El 9 de marzo entra en vigor la nueva Ley de Contratos del Sector Público, una nueva forma de entender la contratación para toda la Unión Europea, que en España supone un “antes” y un “después” en la licitación pública. El especialista en Contratación Pública Jaime Pintos explica su trascendencia.
Pintos es doctor en Derecho, abogado, consultor y coordinador de un equipo de expertos junto al que ha elaborado el libro “Las consecuencias electrónicas de la nueva Ley de Contratos del Sector Público: código electrónico práctico de la Ley 9/2017, de 8 de noviembre”. La obra nace con vocación de manual para la aplicación de esta normativa impulsada por Bruselas.
“La Ley rehúye del monopolio y del oligopolio; fomenta la concurrencia de las PYME a la contratación pública; simplifica los procedimientos e introduce la contratación pública electrónica obligatoria”, dice Jaime Pintos. “Esta normativa se aleja de la arbitrariedad; apuesta por una mayor discrecionalidad técnica al amparo de criterios sociales, medioambientales, de innovación y desarrollo, en aras de una mayor objetividad, motivación y justificación de las decisiones. Y lo logra, sobre todo, al eliminar figuras de contratación directa encubierta (como el procedimiento negociado sin publicidad por razón de la cuantía), o al regular con mayor rigor otras, como el contrato menor”.
Jaime Pintos afirma que existen otras muchas modificaciones legales, pero en su opinión el cambio trascendental es “el paso a la Contratación Electrónica, a la licitación electrónica. Esta obligatoriedad supone una nueva forma de trabajar, una nueva forma de relacionarse, nuevos protocolos internos en los poderes adjudicadores; en definitiva, un cambio de cultura. Un cambio que, sin embargo, a pesar de su importancia, es mucho más sencillo de lo que parece; es, simple y llanamente, ponerse a ello”.
El equipo de expertos
La obra “Las consecuencias electrónicas de la nueva Ley de Contratos del Sector Público: código electrónico práctico de la Ley 9/2017, de 8 de noviembre” es fruto de un proyecto de la European Academy Vortal –eVA-, institución académica de la empresa VORTAL, líder en implantación de procesos telemáticos de contratación, que propuso a Jaime Pintos que coordinase a un equipo de expertos, coautores del mencionado libro.
La finalidad del volumen es servir de manual práctico a los profesionales de la contratación pública, a la hora de aplicar el nuevo marco normativo. También pretende contribuir a la profesionalización del capital humano en esta materia.
“Agradezco la confianza depositada en mí para coordinar el proyecto, en el que han colaborado especialistas como José Luis Arístegui, Julián de La Morena, Jorge Fondevila y otros, a quienes menciono expresamente en la presentación del libro. Mi agradecimiento especial al prologuista, el ilustre administrativista José Antonio Moreno Molina, uno de los mayores expertos en materia de contratación administrativa que tenemos en nuestro país”, dice Pintos.
La Contratación Pública, un 20% del PIB europeo
Para hacerse una idea de la importancia del cambio que representa la nueva Ley en las “reglas del juego” de la contratación pública, basta decir que se trata de un sector que supone como media el 20% del Producto Interior Bruto en los países de la Unión Europea.
En la actualidad, nos encontramos ante un panorama legislativo marcado por la denominada “Estrategia Europa 2020”, en la que la contratación pública tiene un papel clave. “Es uno de los instrumentos basados en el mercado interior que deben ser utilizados para conseguir un crecimiento inteligente, sostenible e integrador, garantizando al mismo tiempo un uso con mayor racionalidad económica de los fondos públicos”, explica Pintos.
“Los objetivos que inspiran la regulación contenida en la nueva Ley –añade-- son, en primer lugar, lograr una mayor transparencia en la contratación pública, y en segundo lugar el de conseguir una mejor relación calidad-precio”.
El libro coordinado por Jaime Pintos se estructura en tres partes:
Parte I, de tres capítulos que contienen un código práctico de aplicación de la Ley.
Parte II, de cuatro capítulos, sobre el código electrónico.
Parte III, formada por la Ley de Contratos del Sector Público y determinadas tablas de contenido que los autores han incorporado a la misma.
“Como director de esta obra”, dice Jaime Pintos, “creo sinceramente que estamos ante un trabajo profesional, realizado por expertos que atesoran años de experiencia práctica en la materia, avalado también por una extensa formación de dichos autores. Sobre todo, estamos ante una obra única en el mercado, por su enfoque, por su contenido y por su carácter eminentemente práctico, pensado única y exclusivamente con el fin de servir de herramienta de consulta y ayuda al gestor de la contratación pública. Una herramienta, en suma, ideada para estar acompañándole permanentemente en su mesa de trabajo”.
Una Ley novedosa
La ley es novedosa, “por las nuevas figuras que aporta y la eliminación de otras”, explica Jaime Pintos, que enumera: “primero, la desaparición de figuras jurídicas como pueden ser el contrato de gestión de servicios públicos o el de colaboración público-privada; segundo, la desaparición de procedimientos como el negociado sin publicidad por razón de la cuantía y la creación de otros como el de asociación para la innovación, el procedimiento simplificado o el denominado ya como ‘supersimplificado’; tercero, la incorporación de viejos principios generales, sacados de nuevo a flote al incorporarlos al Derecho Positivo de la Contratación Pública, como el principio general de integridad; y cuarto, las prácticas que ahora se normalizan con la figura de las consultas preliminares. Son simples ejemplos, ya que hay muchos otros cambios, como pueden ser la necesaria programación o la nueva gobernanza, que aumentan el control y las obligaciones de información”.
Jaime Pintos vuelve a referirse a que “la nueva Ley hace hincapié en la profesionalización del capital humano, aunque al margen de ésta haya que hacer aún un mayor esfuerzo por lograr este objetivo, ya que la apuesta de la Ley no siempre es del todo decidida. Porque la clave no sólo está en la mejora del sistema de contratación pública”.
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Eva Altaver
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