Sí, los animales de compañía también están sometidos a la influencia de la moda. Series y películas de televisión, aun sin proponérselo, acrecientan los deseos de tener un collie como Lassie, un san Bernardo como Beethoven o un pez payaso como Nemo. Esta última especie, de hecho, no solo está sufriendo los efectos del cambio climático, sino que, al dispararse su, aumentó también su captura, con el consecuente impacto en su población.
La tendencia o el apego temporal a unas razas u otras ha puesto en el punto de mira a ejemplares sin pelo como los gatos sphynx, cuya personalidad repasan páginas especializadas: el también llamado gato egipcio es inteligente, curioso, sociable y cariñoso, al que le gusta acurrucarse buscando calor y jugar.
Las mascotas sin pelo
Todo el mundo tiene derecho a tener un animal de compañía, algo que lleva aparejado la obligación de darle alimento, cobijo, cariño y cuidar de su salud. Sin embargo, pese a tener la voluntad de hacerlo feliz, no todo el mundo puede permitirse tener una mascota.
El pelo, por ejemplo, suele ser un problema. Perros y gatos suelen dejarlos en todas partes, y poner en riesgo el bienestar de algún miembro de la familia que sufra de alergias.
Cabe destacar que con un gato egipcio se reducen las posibilidades de sufrir alergia, pero no se reducen por completo. Porque no es que carezca de pelo, como recuerdan en una web como Pet Darling, es que este constituye una capa tan fina que resulta casi imperceptible a simple vista. Su tacto, explican, resulta parecido al de una piel de gamuza.
La menor ausencia de pelo implica también menos suciedad en la casa, especialmente en elementos textiles como sofás o alfombras, un foco habitual de pelos de animales, de humanos, polvo y otras partículas.
El gato shpynx no es el único animal de compañía que podría incorporarse a nuestras vidas. El don sphinx, el gato peterbald, el levkoy y el kohana ucraniano son más ejemplos. Por supuesto, si lo que se quiere es reducir los riesgos por alergias, saliendo de gatos, pájaros, peces o reptiles también están entre los habituales.
Además, hay otras razas que, aunque sí posean una capa de pelo bien visible, lo tienen tan pegado a la piel y tan apretado que no sueltan tanto como otros ejemplares. Es el caso del gato devon rex o los perros bichon frise y caniche.
Por qué elegir mascotas
Elegir raza la hora de hacerse con un animal de compañía puede ser un gesto bastante realista. Los perros tienen diferentes personalidades y, por lo tanto, se adaptará mejor al hogar de una familia u otra dependiendo de cual sea su estilo de vida, gustos y necesidades.
Una persona mayor con movilidad limitada o reducida, por ejemplo, no podrá cubrir las necesidades de salida y juego de un animal que sea muy inquieto y dinámico, por lo que sus opciones podrían pasar por un mastín, o un bull dog, en caso de que se prefiera un tamaño menor. Un deportista que suela salir a correr y quiera ir acompañado por su animal, en cambio, será el mejor amigo de un labrador.
Las condiciones del lugar en el que vivimos también pueden afectar al animal. El mismo bulldog inglés, el pug o el bóxer, suelen sufrir más con el calor, por lo que no convendrá tenerlos en lugares donde se alcancen altas temperaturas, sino se puede garantizar que estén en un ambiente fresco, al menos, en las horas centrales del día.
Por qué no elegir mascotas
Habitualmente nos centramos en la raza del animal, lo que obliga a, de algún modo, discriminar a las demás. El gesto de escoger por raza tiene más implicaciones de las que creemos a priori: primero, porque se desecha a ciertos animales solo por su aspecto físico; segundo, porque se ejerce indirectamente presión sobre una raza que, por culpa de la búsqueda del ejemplar perfecto durante décadas, ha sufrido mutaciones genéticas importantes.
De hecho, en el caso de los perros, se ha demostrado los llamados criollos o chuchos cuentan con mejores genes, lo que se debe a la cría cruzada. Así, se eliminan características de sus progenitores que les ayudan a ser más resistentes a enfermedades y condiciones adversas.
Emisor: petdarling.com
