Madrid, 30 de abril de 2018.- La Costa Brava esconde rincones maravillosos: naturaleza, playas, pueblos con encanto, una sabrosa gastronomía con sabor a mar y montaña. Uno de los lugares más especiales es l’Empordà, en Girona, un destino ideal para un fin de semana romántico en pareja.
Un lugar paradisíaco
La zona de l’Empordà está situada en el norte de la Costa Brava, en el límite con Francia. Esta cercanía a nuestro país vecino ha hecho que se caracterice históricamente por ser una tierra de paso en la que han convivido diversas culturas.
Esta comarca posee unos impresionantes paisajes con espacios naturales protegidos que merece la pena descubrir, como son el Parque Natural de Els Aiguamolls de l’Empordà, el de Cap de Creus, el Paraje Natural de L’Albera o el área de Bassegoda.
Todas estas zonas esconden una vegetación exuberante que, junto a la cercanía al mar, dan como resultado unas estampas de ensueño. Realizar una ruta de senderismo por estos parajes es garantía de desconexión y relax.
Alojarse en un hotel con encanto en Girona en una escapada romántica es un plan perfecto. Descansar en medio de la naturaleza en un hotel con jacuzzi en la zona de L’Empordà es la mejor idea para un fin de semana romántico.
Pueblos y una oferta cultural de primer orden
En esta comarca podrás conocer y profundizar en la obra de una de las figuras más emblemática, máximo exponente del arte surrealista en nuestro país y en el mundo entero: Salvador Dalí.
De imprescindible visita es Figueres, cuna del pintor. Este pueblecito catalán cuenta con un patrimonio histórico único y una oferta cultural muy completa, que incluye museos y una agenda de eventos repleta de fiestas que se reparten a lo largo de todo el año.
En la ruta para conocer a este artista es imprescindible pasar por el Teatro-Museo de Figueres, dedicado al pintor. Este fue diseñado por el propio artista y acoge una interesante exposición a través de la cual se puede conocer la obra del maestro del surrealismo. El recinto se amplió con la Torre Galatea, donde murió el pintor.
Otra de las joyas de l’Empordà es Cadaqués, cuyo encanto y magia de pueblo marinero te atrapará desde el primer momento. Aquí se encuentra la Casa-Museo Salvador Dalí, pero Cadaqués ofrece mucho más.
Su casco antiguo, con calles sinuosas y fachadas blancas, sus playas y los edificios modernistas que lucen en su paseo marítimo hacen de este pueblo un lugar de ensueño en el perderse durante una escapada romántica.
Otro de los rincones más recónditos y especiales es la villa medieval de Palau-Sator, que conserva murallas y un maravilloso castillo. Uno de los puntos de interés es la Torre de las horas, que da acceso al pueblo. Otro de los lugares más románticos donde perderse es un auténtico placer.
Esta zona se caracteriza también por la presencia de la tramontana, un viento frío y turbulento que procede del norte y en la que numerosos escritores y poetas, como Josep Pla o el mismo Gabriel García Márquez, hacen referencia en algunas de sus obras.
Una gastronomía con sabor a mar y montaña
La gastronomía de la zona de L’Empordá tiene sabor a mar y montaña. Por lo tanto, los amantes de la buena mesa encontrarán una gran variedad de platos entre los que elegir y probar sabores intensos.
No hay que olvidar que aquí nació y se desarrolló el que fuera precursor de la alta cocina actual: El Bulli, de Ferrán Adriá, uno de los restaurantes conocido internacionalmente que revolucionó y, sin duda, supuso un antes un después en el mundo de la gastronomía.
Entre los platos más típicos que hay que probar sí o sí está el ‘suquet’ de pescado, un delicioso guiso que se hace a base de pescado y una salsa ligera. Se trata de uno de los platos por antonomasia de la gastronomía Mediterránea.
Los buñuelos de l’Empordà son otro de los productos que no puedes dejar de probar. Estos bocados dulces con un toque de anís son típicos durante la época de Cuaresma, pero se pueden probar durante todo el año.
La butifarra dulce, las anchoas de L’Escala son también productos muy típicos de la zona. Puedes probarlos y adquirirlos a productores de la zona, ya que así te aseguras de llevarte un producto local de primera calidad.
Esta comarca tiene también una importante tradición vitivinícola. Cuenta con denominación de origen propia, la DO Empordà, bajo la que se elaboran vinos de excelente calidad. Una variedad típica de la zona es la Garnatxa de l’Empordà, de la que sale un delicioso vino dulce natural.
L’Empordà tiene mucho que descubrirte: el lugar ideal tanto para una escapada romántica en pareja, como para unas largas vacaciones. Conocer esta tierra, vivirla y disfrutarla es una experiencia que, sin duda, merece la pena.
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