Innova.- Consum implanta un sistema piloto de trazabilidad basado en técnicas de inteligencia artificial

Actualizado: jueves, 25 junio 2009 16:12

VALENCIA, 25 Jun. (EUROPA PRESS) -

Consum ha implantado un sistema piloto de trazabilidad, basado en técnicas de inteligencia artificial e interoperatividad software, con el objetivo de lograr un mayor control de toda la cadena alimentaria del tomate, según informó hoy en un comunicado el centro tecnológico Ainia.

En concreto, instalaron una infraestructura de software inteligente que va a permitir la recogida y el intercambio electrónico de datos e información del producto y del proceso a tiempo real, así como un conjunto de microdispositivos electrónicos como nanosensores y minilaboratorios en un chip de medida que recogerán parámetros como calibre, dureza, color, madurez y posibles defectos del producto.

Destacaron que los primeros resultados de la implantación de estos sistemas "servirán para demostrar la viabilidad de estas novedosas tecnologías, evaluar su operatividad frente a criterios como facilidad de implantación, objetividad, fiabilidad y bajo coste, así como para mejorar la operatividad del sistema implantado".

Los dispositivos piloto se implantaron también en las empresas murcianas Viveros La Sala y Hortofrutícola Méndez con el objetivo de "controlar de forma automática toda la cadena alimentaria del tomate, desde las semillas hasta su distribución final".

Así, estas tres empresas podrán rastrear electrónicamente y de forma instantánea, tanto hacia delante como hacia atrás de la cadena alimentaria del tomate, y disponer, en todo momento, de información sensible de seguridad alimentaría.

Estos dispositivos proporcionarán una mayor integración con todos los agentes que intervienen en el proceso de elaboración, comercialización, distribución y uso final del producto, y mejorarán su cooperación ante posibles incidencias alimentarias.

Desde Ainia, coordinador en España del pilotaje del macroproyecto Traceback, apuntaron que "en un futuro, el consumidor podrá disponer, a través de un código y con el mínimo coste adicional, de información de todos y cada uno de los pasos que han seguido los alimentos en la cadena alimentaria".

La trazabilidad en el sector alimentario, es decir, el control de la cadena alimentaria desde la materia prima hasta el consumo final del producto, ha sido objeto de numerosos estudios en los últimos años, aunque "todavía no se ha conseguido un sistema que permita su implantación de un modo generalizado", indicaron las mismas fuentes.

Enmarcado dentro del plan de ayudas del VI programa Marco, el macroproyecto europeo Traceback tiene como objetivo desarrollar un sistema de trazabilidad innovador para el sector alimentario europeo que posibilite una gestión más eficaz de la trazabilidad y una actuación más rápida ante alertas de seguridad alimentaria.

Hasta el momento, en la cadena de trazabilidad se incluyen resultados analíticos de indicadores de peligros o riesgos alimentarios, que se obtienen "en laboratorios externos a los que hay que llevar una muestra del lote y cuyos resultados tardan días en incorporarse al sistema de gestión".

Así, el objetivo de este proyecto es incorporar nuevos dispositivos electrónicos como nanosensores y minilaboratorios en un chip, que aplican técnicas de inteligencia artificial para analizar los datos obtenidos de los microdispositivos, con la finalidad de que sean un elemento más de una cadena controlada automáticamente, para minimizar los riesgos y peligros alimentarios.

El macroproyecto está integrado por 28 socios: centros tecnológicos, empresas y universidades de diez países europeos, y cuenta con un presupuesto global de 16 millones de euros, de los cuales la CE aporta 10 millones de euros.

Por otro lado, avanzaron que Ainia acoge los días 25 y 26 de junio a los integrantes del macroproyecto Traceback para presentar los avances que los diferentes trabajos están obteniendo, así como para analizar diferentes criterios de implantación y mejora como los análisis de estándares de calidad, el estudio de la tecnología actual, la implantación con el mínimo coste para el consumidor y las empresas, y la fiabilidad de la información registrada, entre otros.