VALENCIA, 15 Sep. (EUROPA PRESS) -
Uno de los jóvenes españoles que participan en el Certamen Europeo de Jóvenes Científicos que se celebra en Valencia hasta el próximo martes, Pau Machado, de 19 años, expondrá en la reunión un estudio teórico para predecir las propiedades de una molécula o un medicamento antes de su desarrollo experimental en el laboratorio, lo que puede permitir un ahorro económico "considerable".
En este proyecto, llamado 'El 607: Compuesto antiretroviral. Estudio QSAR de moléculas TIBO,' se ha utilizado, entre todos los métodos existentes, un estudio matemático denominado QSAR que vincula la estructura de las moléculas a sus propiedades.
En declaraciones a Europa Press, explicó que este estudio es viable pero que necesita "ayudas, como becas, para desarrollarlo en un laboratorio y comprobar su efectividad real".
Entre el resto de los 80 proyectos presentados por jóvenes de toda Europa se encuentra el de un equipo austriaco que propone la creación de energía a partir de la paja de maíz, un estudio portugués para la creación de un sistema de refrigeración por agua de componentes informáticos, u otro ruso sobre la contaminación microbiológica de los ordenadores personales.
También destaca un estudio danés para crear métodos más eficaces y baratos para producir bioetanol, o uno de los dos provenientes de Letonia, que estudia la producción de Nanoarquitecturas con métodos electrónicos.
Asimismo, un equipo chino, formado por tres estudiantes de entre 15 y 18 años, han creado un teclado de ordenador para personas con discapacidades motrices en la manos que se puede manejar con los pies. Según explicaron a Europa Press, durante la creación de este proyecto visitaron escuela especiales en los que pudieron observar qué tipo de problemas tenían sus alumnos.
El jurado que decidirá cuales serán los proyectos ganadores está formado por un presidente y 14 miembros, que desempeñan su función a título individual y no como representantes de una institución o de un país. La Comisión Europea nombra un jurado cada año, cuyos representantes proceden de la Universidad o de la Industria.
La investigadora, consejera del Rector de la Universitat de València, y miembro de este jurado, Amparo Rausa March, explicó a los medios de comunicación que en el concurso se valoran entre otras cualidades, "el carácter innovador del proyecto, y que hayan sido realizados por los alumnos y no por los profesores, por lo que se mantiene una entrevista con los participantes". Además, señaló que "existen unos criterios marcados por la Comisión", añadió.
Asimismo, destacó que en este certamen "se crea un ambiente internacional y cultural donde gente de varios países está junta durante varios días, participando en actividades culturales que fomentan amistades o interrelaciones para el futuro".
Del mismo modo, Amparo Rausa señaló que este evento "promueve los primeros contactos en el mundo científico", y que es "una forma de incentivar a los profesores a que sus alumnos presenten proyectos". "Sobre todo en España, donde no hay una tradición de creación de proyectos, sino una enseñanza teórica", añadió.
"En Europa hay un gran potencial investigador, y la Unión Europea tiene una gran preocupación para evitar la 'evasión de cerebros', sobre todo a Estados Unidos", apuntó la consejera, quien explicó que la Comisión europea "destina un gran esfuerzo a fomentar el interés de los jóvenes por la ciencia, a través de la concesión de becas".
