VALÈNCIA, 16 Ago. (EUROPA PRESS) -
El sindicato Acaip ha cifrado en 808 los incidentes graves o muy graves registrados en la prisión valenciana de Picassent entre el 1 de enero y el 30 de junio de este año, entre ellos, nueve agresiones o intentos de agresión a funcionarios que se han saldado con lesiones de diversa gravedad y con alguna baja médica.
Según el informe del sindicato, se han producido además 122 casos de amenazas graves, coacciones o insultos a trabajadores; 24 resistencias activas y violentas a cumplimiento de órdenes, el doble que en el segundo semestre del pasado año; dos intentos de plantes o desórdenes colectivos; 71 agresiones entre reclusos, de mayor o menor gravedad; incautación de 145 objetos prohibidos; 58 supuestos de amenazas graves entre presos; 230 ocasiones de resistencia pasiva de internos; 19 intoxicaciones graves por consumo de droga o cinco quebrantamientos de condena, entre otros.
Uno de estos casos tuvo lugar el pasado 15 de mayo en la enfermería del centro, donde un interno que se negaba a tomar la medicación prescrita propinó a uno de los funcionarios que pretendía calmarlo un cabezazo y lo agarró por los testículos cuando cayó al suelo, según el sindicato.
Quince días después, otro de los internos, que iba a ser trasladado de módulo por amenazar de muerte a su compañero de celda, mordió en una mano a un trabajador --por lo que se activó el protocolo para descartar el contagio de alguna enfermedad-- y golpeó a otro en un costado, que tuvo que permanecer de baja varios días.
Asimismo, otro preso, que manifestaba haberse tragado varias pilas, se intentó evadir durante una salida al hospital extrapenitenciario, por lo que tuvo que ser reducido por agentes de la Guardia Civil, uno de los cuales resultó herido.
Acaip subraya que la prisión valenciana es uno de los centros "más conflictivos" del sistema penitenciario español, debido a que alberga "una mezcla muy diversa de internos" y entre los que se encuentran presos de primer grado, régimen que se aplica a los más peligrosos, sin que reúna "las condiciones necesarias de seguridad" para albergar a estos reclusos, ya que "dispone de menos medidas de seguridad y una peor estructura que otras".
Acaip, además, denuncia la falta de personal en el centro de Picassent y asegura que, cuando el número de funcionarios se reduce, la conflictividad aumenta porque los trabajadores "no pueden llevar a cabo una adecuada vigilancia y control de lo que sucede en el centro, y es imposible el poder cumplir con los objetivos constitucionales de reinserción de los internos".
Asimismo, el sindicato advierte de que el déficit de personal va en aumento y afirma que en los últimos cuatro años la plantilla se ha reducido en un 15 por ciento, ya que las vacantes producidas por fallecimientos o jubilaciones "no se reponen".
Por ello, Acaip indica que actualmente en el centro de Picassent faltan más de 100 trabajadores sobre el número mínimo establecido por la Relación de Puestos de Trabajo del centro, una situación que se agrava en periodo vacacional, cuando el número de funcionarios está por debajo de los servicios mínimos establecidos en caso de huelga --un solo funcionario tiene que hacerse cargo de más de 120 internos--.
SOLO AGRESIÓN SI HAY DAÑO
Respecto a los datos de incidentes, Acaip denuncia que la administración penitenciaria "solo considera que hay agresión a un trabajador si hay un daño", y asegura que es "inconcebible" que, en caso de que un interno amenace a un funcionario con un cuchillo, solo se refleje como agresión si se lo clava.
