Agricultura inicia los controles de madurez de las principales zonas de cultivo de cítricos en campo y almacenes

Actualizado: domingo, 27 agosto 2006 20:54

VALENCIA, 27 Ago. (EUROPA PRESS) -

La conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación inició esta semana los controles de madurez de las producciones de las principales zonas de cultivo de cítricos de la Comunitat Valenciana en campo y almacenes, lo que permitirá estimar las fechas óptimas de recolección para cada zona y variedad, según informaron hoy fuentes de la Generalitat.

El objetivo de estas medidas es evitar la posible llegada al mercado de fruta que no reúna las condiciones de calidad exigidas, defendiendo, así, tanto al consumidor como a los operadores del sector frente a la competencia desleal y su repercusión en la evolución de los precios durante la campaña.

Las actuaciones consisten tanto en controles encaminados a conocer la evolución del estado de madurez de los cítricos en el campo, como en inspecciones oficiales de control en las centrales hortofrutícolas.

Las inspecciones realizadas en campo prestarán especial atención a las variedades tempranas, como las clausellinas y las okitsus, de las que se tomarán muestras en cada parcela inspeccionada durante la primera quincena de septiembre y, posteriormente, se tomarán muestras del resto de variedades hasta la primera quincena de marzo, debido a la existencia de variedades tardías.

En cada parcela se tomará una muestra de cerca de tres kilos de diferentes árboles de forma aleatoria, y a las muestras tomadas se les analizarán tanto el índice de color, como los parámetros de contenido de zumo, acidez y sólidos solubles, que son elementos que constituyen los indicadores de madurez y de calidad, además de determinarse la presencia de semillas en mandarinas.

Según las mismas fuentes, estos resultados se facilitarán a las organizaciones profesionales de agricultores y empresarios del sector para que dispongan de información de primera mano a la hora de que sus asociados decidan el momento óptimo de recolección.

En este sentido, destacaron la "estrecha" colaboración que mantiene la conselleria de Agricultura con el Servicio Oficial de Vigilancia, Inspección y Regulación de la Exportación (Soivre) en la realización de estos controles. Ambas administraciones trabajan de forma coordinada en las tareas de inspección de frutas y hortalizas con el fin de optimizar los resultados de los controles.

Por su naturaleza, los cítricos son frutos que no continúan madurando una vez recolectados, por lo que si son recogidos antes de alcanzar el estado de madurez exigido por las normas de comercialización, no pueden ser vendidos para consumo en fresco, lo que supone una "gran" pérdida de valor.

En caso de que esa fruta se pusiera a la venta, el responsable podría ser sancionado, además de poder acarrear repercusiones comerciales negativas para el propio sector debidas al rechazo del consumidor hacia los frutos inmaduros.

CENTRALES HORTOFRUTICOLAS

Asimismo, la conselleria de Agricultura intensificará hasta finales de octubre y de forma paralela a la campaña de inspecciones en campo el programa de inspección a las centrales hortofrutícolas, con el objetivo de evitar la comercialización de cítricos no conformes con las normas de calidad.

En estas inspecciones aleatorias, los técnicos de este departamento comprueban las características organolépticas, el calibrado, la presentación y el etiquetado de los lotes disponibles en el momento de la inspección.

Fuentes del Consell indicaron que en el caso de detectar irregularidades se paraliza la mercancía hasta que se comprueba la idoneidad de la calidad de los cítricos mediante una nueva selección de la fruta o, en su caso, se obliga a que se destine a usos distintos al consumo en fresco.

En la Comunitat existen más de 700 centrales hortofrutícolas dedicadas al acondicionamiento de los cítricos antes de su llegada a los mercados, por lo que para su control es necesario una "buena" coordinación de las actuaciones de los organismos competentes, que se llevan a cabo teniendo en cuenta el volumen de comercialización de cada central, el nivel de trazabilidad de cada empresa y el histórico de los resultados de las inspecciones realizadas con anterioridad.