CANALS (VALENCIA), 8 Ago. (EUROPA PRESS) -
El concejal de Seguridad y alcalde en funciones de la localidad valenciana de Canals, Pascual Durá, anunció hoy que mantendrá mañana a las 11.00 horas una reunión con el subdelegado del Gobierno en la Comunitat, Luís Felipe Martínez, para abordar la "excepcional" situación de alarma existente entre los ciudadanos de Canals por los asaltos registrados recientemente en el municipio.
Durá afirmó hoy que "no levantamos cabeza" tras el segundo asalto ocurrido en la localidad en cuatro días, después del sufrido el pasado viernes por un comercial de joyas al que le sustrajeron mercancía valorada en más de 120.000 euros.
Al respecto, Durá afirmó que "el pasado 12 de julio ya acordamos con Martínez que se va a pasar de 16 a 35 los agentes de la Guardia Civil, pero queremos que esto se agilice porque ante esta tesitura es complicado transmitir calma a la población", aseveró.
El edil también incidió en que "esta es una medida ya acordada, pero lo que el Gobierno central también tiene que madurar es el endurecimiento de las penas como medida de lucha", al tiempo que apuntó que así se lo transmitirá "como deseo del Ayuntamiento de Canals" al subdelegado del Ejecutivo en la Comunitat.
Este segundo asalto se produjo el pasado lunes a pleno día, alrededor de las 12.00 horas, cuando dos encapuchados entraron en una vivienda del edificio el Teular de la céntrica calle Jaume I de Canals donde sólo encontraron un niño de diez años al que redujeron fácilmente, según explicaron fuentes policiales.
El niño fue maniatado dentro de un armario de la casa con los ojos vendados tras abrir inocentemente la puerta a los delincuentes y aunque no sufrió maltrato físico fue amenazado y lloraba constantemente.
Mientras tanto, señalaron, los ladrones revolvieron la casa en busca de "dinero o joyas", pero según las mismas fuentes el robo "no fue muy estudiado porque los asaltantes se fueron con las manos vacías porque no había nada de valor en el domicilio".
El padre del niño fue el primero en regresar a casa tras realizar unas compras con su otra hija, de cinco años, y fue quien liberó al niño de su encierro después de asustarse por las circunstancias en las que se encontraba su hogar.
Todo indica que los asaltantes para acceder al edificio tuvieron que hacerse pasar por clientes de algunos de los seis negocios que se encuentran en las primeras plantas del inmueble o entrar tras otras personas porque el portero automático de las escaleras lleva incorporada una cámara para visionado, indicaron.
Por su parte, vecinos de la finca afirmaron no haber oído "nada" durante el suceso, mientras que otros comentaron que "antes había miedo pero pensábamos que los ladrones asaltaban los chalés de las afueras, a personas que tienen dinero. Pero ahora entran a cualquier hora dentro de una vivienda normal, de gente que no es rica y tienes miedo, sobre todo por los tuyos" afirmó otra vecina de la localidad, que aseguró sentirse "indignada" por el suceso.
