Alicante.- El Hospital de Orihuela atiende a 200 pacientes con tendinitis con una técnica basada en ondas de choque

Actualizado: domingo, 22 junio 2008 18:38

VALENCIA, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -

El Hospital Vega Baja ha atendido en este último año a 200 pacientes con tendinitis con una técnica de rehabilitación basada en ondas de choque. Actualmente un total de treinta pacientes están siendo atendidos en el centro, según informó la Generalitat en un comunicado.

La terapia de ondas de choque es un procedimiento no invasivo, es decir, no quirúrgico, basado en la emisión de ondas ultrasónicas que inciden en la zona a tratar y que ofrece dos ventajas importantes frente a los métodos quirúrgicos tradicionales, como son mayor efectividad y menor tiempo de recuperación.

La tendinitis o inflamación de los tendones es una patología muy frecuente por sobrecarga de los mismos y afectación de sus fibras colágenas. Algunos casos no responden a los tratamientos habituales, como la rehabilitación, las infiltraciones y las medicaciones, y en los que la cirugía tampoco obtiene buenos resultados.

Las patologías más frecuentemente tratadas son las tendinopatias calficicadas, fundamentalmente las de hombro, epicondilitis, trocanteritis, tendinitis rotuliana, fascitis plantar. Durante el 2007, fueron remitidas a rehabilitación 2.000 personas con tendino entesopatias que son susceptibles de tratamiento con ondas de choque.

"Ante la falta de eficacia de los tratamientos habituales, ha sido necesaria la ayuda de la tecnología para encontrar una la solución", explicaron las mismas fuentes, quienes indicaron que desde hace tiempo, las ondas de choque de alta energía, se emplean en el tratamiento de la litiasis renal para romper los cálculos de riñón y, desde hace unos cinco años, los de media y baja energía, se emplean en el mundo de las lesiones músculo esqueléticas. En el caso de las tendinitis calcificantes las ondas disuelven los depósitos de calcio en los tendones.

La técnica consiste en aplicar las ondas de choque a través de un cabezal trasmisor directamente en la zona. El tratamiento es aplicado por el médico rehabilitador con la colaboración de la auxiliar de enfermería, y se dedican cuatro sesiones con intervalos de siete días entre estas.

El paciente no requiere de ningún tipo de preparación previa y no existen efectos secundarios asociados, excepto un poco de dolor que produce la onda, que se soluciona con la aplicación de un anestésico local.

El jefe de servicio de Rehabilitación, el doctor Castañer, indicó que esta nueva técnica "acorta el tiempo de tratamiento y aumenta el porcentaje de buenos resultados". De esta forma, destacó que los pacientes, durante la duración del tratamiento, pueden seguir su habitual ritmo de vida".