ALICANTE, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Conselleria de Infraestructuras y Transporte ha comenzado los trabajos previos al desmontaje de la fuente de la plaza de los Luceros, que se llevará a cabo durante esta semana, según informaron hoy en un comunicado fuentes de la Generalitat valenciana, quienes recordaron que el despiece y traslado del monumento "se realizará con el fin de garantizar su seguridad durante las obras de ejecución de la estación del TRAM en la plaza".
La fuente será desmontada pieza a pieza siguiendo el patrón de las juntas originales. Previamente, se está realizando un levantamiento planimétrico y un barrido fotográfico de la obra que facilitará su posterior reconstrucción. Se extraerán moldes de silicona de cada una de las piezas y se ejecutará una limpieza del conjunto escultórico mediante aspiración y cepillado de la superficie.
Antes de ser trasladada, cada pieza "se protegerá convenientemente y se llevará en una caja contenedor de madera hecha a medida y rellenada con viruta de poliespán". Después, la fuente permanecerá en un taller custodiado por la empresa encargada del desmontaje hasta el mes de mayo del año próximo, cuando la fuente regresará a su ubicación original.
Una vez instalada, especialistas en restauración le "aplicarán un tratamiento de mantenimiento y rehabilitación in situ de aquellas partes que muestren mayor grado de deterioro: consolidación y readhesión de los materiales, reintegración cromática y volumétrica de faltantes, entre otras".
FUENTE
La fuente de la plaza de Los Luceros, obra de Daniel Bañuls de 1931, está construida mediante un núcleo central de ladrillo macizo al cual se le adosan todos los motivos decorativos y las figuras, conformando un conjunto escultórico simétrico de cuatro lados.
La construcción original del monumento se hizo mediante una técnica similar a la empleada para la fabricación de las hogueras, es decir, los elementos decorativos presentes en la fuente son reproducciones extraídas del molde realizado a un original.
Así, las piezas escultóricas están hechas a trozos. La cara externa se realizó a base de morteros de cemento blanco y arena de mármol, reforzada con otra capa de mortero gris, a la que se añadieron varillas metálicas y alambres. Después, fueron ensambladas y rellenadas con una lechada de mortero, formando una única pieza prácticamente maciza.
Con la misma técnica se fue revistiendo el núcleo central de ladrillo, al que se añadieron con mortero los elementos decorativos en bajo relieve. Por último, se añadieron las piezas de bulto exentas, formando un único cuerpo escultórico.
En este sentido, "el paso del tiempo, y la constante exposición al agua, hacen que aparezcan, entre otras patologías, grietas producto de la oxidación de las varillas metálicas y de las juntas de unión de diversas secciones". Este proceso "afecta a los materiales de los cuales se componen los cuerpos escultóricos".
Estos procesos fueron "parcialmente neutralizados gracias a la restauración a la que fue sometida la fuente en el 2003, durante la cual se procedió a la apertura de las fisuras existentes en ese momento, y a la eliminación de las varillas, al mismo tiempo que se repusieron las uniones y los desconchados presentes".
No obstante, según las mismas fuentes, "la edad del monumento, la naturaleza de los materiales empleados en su construcción original y la acción del agua, hacen que ciertos problemas estructurales persistan y provoquen la reaparición de fisuras localizadas en algunas zonas sensibles de la superficie".
Además, "los últimos sondeos geotécnicos realizados en el suelo de la plaza, una vez despejada la jardinería, y con motivo de las obras de la estación del tranvía, revelan un estrato de roca de elevada dureza en cuya excavación podrían provocarse vibraciones que afectarían a la estabilidad de la fuente".
