(Ampl) Convoy.- La investigación corrabora el exceso de velocidad como causa y cree que el maquinista sufrió un desmayo

Actualizado: martes, 4 julio 2006 22:14

García Antón considera que ningún sistema de seguridad "habría logrado parar el tren en un tiempo prudencial"

VALENCIA, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -

El conseller de Infraestructuras y Transportes, José Ramón García Antón, señaló hoy en rueda de prensa que la 'caja negra' del convoy de metro siniestrado ayer en Valencia confirma que en esos momentos el tren circulaba a una velocidad de 80 kilómetros por hora en el punto de descarrilamiento, donde hay una señal que limita la velocidad máxima a 40 kilómetros por hora, y se sospecha que el maquinista sufrió alguna indisposición que le impidió reaccionar a tiempo.

Estas son las primeras conclusiones a las que ha llegado el comité de seguridad de la circulación de FGV reunido con carácter extraordinario para determinar las causas que provocaron el accidente de ayer del metro en Valencia en el que fallecieron 41 personas.

Según García Antón, la Línea 1 "tiene todas las medidas de seguridad que tiene que tener" y subrayó que el sistema de seguridad es "suficiente", ha estado funcionando "mucho tiempo" y "no vemos por qué hay que tomar más medidas". En su opinión, "difícilmente cualquier sistema de frenado, en una distancia tan corta y a esa velocidad, habría logrado hacer parar el tren en un tiempo prudencial".

Apuntó que se trata de una línea de 90 kilómetros de longitud que entró en funcionamiento hace 18 años y que en los últimos años se ha realizado una inversión de 129 millones de euros para "reponer prácticamente toda la infraestructura" y para "introducir medidas de seguridad". Por ella pasan 1.167 vehículos todos los días y en el punto del accidente "nunca ha pasado nada", aseguró.

Explicó que el sistema de seguridad del que dispone la Línea 1, denominado Frenado de Ayuda Puntual (FAP), es "el que tienen los trenes de cercanías de Renfe", que lleva funcionando seis años y es el que, "en su momento, se aconsejaba que debía tener esta línea". Por lo que el "problema" no es "de seguridad" sino de "un exceso de velocidad en un punto determinado", dijo.

Hasta ahora, apuntó, era un sistema "tremendamente seguro" que no había ocasionado "ningún problema". Además, señaló que "cualquiera que sea el sistema de seguridad empleado, siempre puede ocurrir algo que provoque una catástrofe de este tipo".

OTRO SISTEMA

Preguntado por si se ha planteado la implantación de otro sistema de seguridad que permita el frenado del tren con independencia de la actuación del conductor, apuntó que el FAP "no permite un frenado puntual, pero sí que obliga al convoy, en un recorrido determinado, a ir frenando para llegar a un punto concreto antes de la estación, a una velocidad determinada".

Lo que ocurre, afirmó el conseller, es que la velocidad es "tan fuerte" que "el tren descarrila antes de que llegue ese frenado que ocasionaría el sistema de seguridad de esta línea". Al respecto, subrayó que el sistema de seguridad es "suficiente", ha estado funcionando "mucho tiempo" y "no vemos por qué hay que tomar más medidas".

Explicó que los protocolos recomiendan el FAP para los trenes de sistema de cercanías como es la Línea 1, donde 82 kilómetros van en superficie y "sólo" 7,1 van en subterráneo, y que el sistema de frenado puntual (ATP) con el que cuentan las líneas 3 y 5 está más indicado en líneas subterráneas.

El conseller, que presentó en mayo el Plan de Actuación de la Línea 1 que contempla la incorporación de 34 nuevas máquinas, 6 de ellas en 2007, hasta 2010, que estarán dotadas con modernos sistemas de seguridad, como es el ATP, justificó la introducción de este sistema en las nuevas unidades porque se trata de un proyecto para "potenciar la línea y mejorar la demanda".

Para ello, dijo, "sí que hará falta" ese sistema, porque se aumentará la frecuencia del servicio, mientras que "con las condiciones actuales del servicio no es necesario", afirmó.

El responsable de Infraestructuras, que estuvo acompañado por el conseller de Justicia, Miguel Peralta, el portavoz del Consell, Vicente Rambla, el titular de Sanidad, Rafael Blasco, y el vicepresidente del Gobierno valenciano, Víctor Campos, afirmó que "vamos a continuar impulsando esta línea y vamos a mejorarla".

INVESTIGACIONES

El comunicado del comité apunta que de la lectura de la 'caja negra' se ha derivado que el tren circulaba a una velocidad de 80 kilómetros por hora en el punto de descarrilamiento y que al no encontrar explicación a este exceso de velocidad se sospecha que el maquinista del tren "pudo sufrir algún tipo de inconsciencia o indisposición" que le impidió su reacción.

No obstante, el comité continúa las investigaciones para concretar las circunstancias exactas concurrentes en este accidente para poder desarrollar medidas que eviten siniestros como éste.

Al respecto, García Antón añadió que de los resultados obtenidos a partir de la 'caja negra' se puede afirmar "con rotundidad" que algunas de las primeras informaciones que se apuntaron como causas del siniestro como que la bóveda del túnel se había desprendido o la rotura de las ruedas o la sobrecarga en los trenes son "falsas".

El conseller explicó que el tren llegó a 80 kilómetros por hora a la curva, con señalización de 40, lo que provocó que un vagón volcara y se tumbara sobre el muro, lo que produjo la rotura de algunos cristales, hasta que al abrirse el túnel finalmente descarriló una vez entrado ya en la curva.

"SIN NINGUN PROBLEMA"

Respecto al conductor de la unidad, el conseller señaló que la necropsia correspondiente revelará "si se produjo efectivamente un desvanecimiento", ya que "no hubo comunicación" entre el puesto de mando y el maquinista, según ha revelado el análisis de la caja negra.

Asimismo, apuntó que se trata de un trabajador de FGV que entró en la empresa en 2002 y que pasó por diferentes servicios dentro de ella, como son inspección e intervención. "Tuvo oportunidad de una mejora en el puesto de trabajo y la aprovechó", por lo que recibió 224 horas de prácticas para "ser habilitado como conductor", apostilló.

Así, explicó que desde principios de abril prestaba servicios como maquinista en esta línea "con regularidad y sin ningún problema". Además, señaló que desde FGV indican que era un trabajador "responsable, con cierta formación en informática y con perspectivas de llegar más lejos dentro de la propia empresa", posibilidades que se han visto "truncadas" por este "trágico" accidente, comentó.