La Audiencia juzga mañana al joven acusado de matar a su ex novia, la madre de ésta y a su primo en La Pobla

Actualizado: lunes, 30 noviembre 2009 18:26

VALENCIA, 30 Nov. (EUROPA PRESS) -

La sección primera de la Audiencia Provincial de Valencia juzgará mañana a Vladimir R.B., el joven acusado de matar a su ex novia, a la madre de ésta y a su primo en el municipio valenciano de la Pobla de Vallbona. El joven se enfrenta a 85 años de cárcel, que es la pena que solicita el ministerio fiscal por tres delitos de asesinato, dos de asesinato intentado, uno de daños por incendio, otro de maltrato, y uno más de amenazas.

El triple asesinato tuvo lugar en la noche del 27 de mayo de 2007, dos meses después de que la novia del joven --con el que llevaba unos tres años-- decidiera romper la relación como consecuencia de los celos de éste, quien le solía pedir insistentemente que le enseñara su diario, donde ella expresaba sus sentimientos, y perseguía y fotografiaba a sus compañeros y a sus amigos, según el relato del ministerio público.

La joven decidió romper su relación en marzo y el acusado, que no aceptó la ruptura, le solía llamar para pedirle que volviera con él, le pedía perdón por el trato que le había dado, y le advertía de que si no volvía con él, se quitaría la vida. De hecho, en varias ocasiones le hizo ver que se había intentado suicidar cortándose superficialmente las venas de las muñecas, o manifestándole que se había intentado tirar al vacío desde la terraza de su casa.

Ante esta situación, la joven aceptó mantener un encuentro con él en su domicilio de la Pobla de Vallbona para hablar del tema, ya que ella se culpabilizaba de la situación emocional que presentaba su novio.

Este encuentro tuvo lugar a principios de mayo, el acusado acudió a casa de la joven y en un momento de la conversación sobre su relación, sacó una navaja e intentó cortarse las venas de la muñeca delante de ella. La víctima se fue corriendo a casa de su padre, que vivía a pocos metros de la suya, y llamó a los familiares del joven, que acudieron y le tranquilizaron. Tras ese momento, éste acudió al Centro Médico de Salud Mental de Llíria, donde le diagnosticaron depresión y dificultades adaptativas.

A partir del 25 de mayo, el joven comenzó a planear la muerte de su ex novia, ya que sabía que la relación estaba completamente rota, y compró un machete de doble filo. En la noche del 27, le llamó y le manifestó que se iba a vengar de ella.

Sobre las 5.00 horas se dirigió a su domicilio, provisto del machete, que guardaba en una mochila, se introdujo en la vivienda a través del muro posterior del adosado con una cuerda que portaba, hasta que llegó a la terraza. Una vez allí, se descalzó para no hacer ruido y se dirigió al dormitorio de la joven.

Se colocó debajo de su cama y cuando se percató de la presencia de alguna persona en su habitación, y medio dormida, Vladimir salió de su escondrijo y comenzó a acuchillarla por todo el cuerpo. En total, le dio 41 puñaladas mortales.

En un momento, pudo articular 'socorro', palabra que despertó a su madre, que dormía en la habitación de enfrente, y que acudió a socorrerla. El joven también se dirigió a ella y comenzó igualmente a clavarle el machete, hasta 12 veces, lo que le ocasionó la muerte.

LEYÓ SU DIARIO "TRANQUILAMENTE"

Tras ello, el joven se fue a la buhardilla, encendió el ordenador y buscó sus fotografías, para observar si en alguna de ellas salía con algún otro chico. Luego buscó su diario, lo cogió, salió a la terraza y tras encenderse un cigarrillo con marihuana lo leyó tranquilamente.

Una vez salió de este domicilio, pensó que la culpa de todos sus males era de su primo, Ramón, con el que mantenía amistad, por lo que decidió irse al corral de éste, en el que guardaba gasolina para una máquina de labranza, llenó dos botellas de este inflamable y se fue a la vivienda de su tía, en la misma localidad.

Allí, abrió la puerta de entrada con una llave que poseía, se dirigió a la habitación donde dormía su primo y derramó la gasolina por debajo de la puerta. Le prendió fuego y, acto seguido, salió. El joven sabía que también se encontraban allí su tía y su abuela, quienes pudieron salir ilesas del incendio. Sin embargo, el primo sufrió quemaduras de tercer grado en un 90 por ciento de su superficie corporal que le provocaron la muerte.

El joven fue diagnosticado de depresión y dificultad adaptativa y, según el parte médico forense, en el momento de los hechos presentaba un cuadro compatible con psicosis cocaínica, que afectó a su capacidad de conocer la realidad y actuar libremente.