VALENCIA, 25 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) afirma que el censo de ganado extensivo se ha reducido entre un 15% y un 20% desde el año pasado debido a que "la lengua azul" ya que el "gran deterioro físico" que produce la infección vírica en los animales" eleva los costes económicos destinados al control y prevención de la enfermedad", según señaló hoy en un comunicado.
Al rspecto, explicaron que esta enfermedad causa "grandes estragos en el bolsillo" de los ganaderos que, además, "arrastran desde hace años una crisis de rentabilidad en sus explotaciones y una caída de la producción". Además, a estos problemas "hay que añadir la falta de relevo generacional y las consecuencias del desacoplamiento de la prima ganadera, que apuesta por las explotaciones más rentables", añadió.
Por ello, la organización agraria instó a las administraciones públicas a que proporcionen "más ayudas" a los ganaderos para que la práctica de la ganadería extensiva no se abandone ya que las ventajas que ofrece este tipo de prácticas son "enormes". Así, destacó que la carne y derivados de estos animales poseen "mayor calidad al permanecer estabulados el menor tiempo posible", la actividad es "compatible con una economía sostenible, respeta el medio ambiente y ayuda a mantener limpios nuestros montes", destacó.
El presidente de AVA, Cristobal Aguado, destacó que el pastoreo de vacas, cabras y ovejas, gracias a su movilidad por el territorio, permite la extensión de semillas y la fertilización de la tierra con el aporte de estiércol y es "una gran herramienta" para prevenir fuegos ya que los animales se comen la maleza y evitan que ésta crezca. Por ello, recalcó: "la Administración debería primar este tipo de ganadería, como ya ocurre en Austria y Suiza.
