Los ayuntamientos alicantinos de Elda, Onil, Tibi, Biar y Banyeres solicitan agua del nuevo trasvase Júcar-Vinalopó

Actualizado: lunes, 13 noviembre 2006 20:01

ALICANTE, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -

Los ayuntamientos alicantinos de Elda, Onil, Tibi, Biar y Banyeres han trasladado formalmente a Aguas del Júcar su voluntad de suscribir el correspondiente protocolo de compromisos para convertirse en futuros usuarios de la conducción Júcar-Vinalopó, según informaron hoy en un comunicado fuentes de la sociedad estatal Aguas del Júcar.

Así, los cinco consistorios alicantinos manifestaron su "enorme interés por la transferencia de caudales del Júcar al Vinalopó" así como "la necesidad de encontrar cuanto antes una solución al grave problema del agua en Alicante, al margen de batallas partidistas e intereses particulares", y sus respectivos servicios técnicos y jurídicos ultiman, junto a los responsables de Aguas del Júcar, los detalles de este nuevo acuerdo.

En total, la reserva de caudales del trasvase Júcar-Vinalopó que está previsto soliciten estos cinco municipios alicantinos alcanzará un volumen aproximado de tres hectómetros cúbicos al año. De esta forma, se amplía el número de futuros usuarios de la conducción, que ya contaba con el respaldo de los ayuntamientos alicantinos de Elx, Villena y Aspe, y el de la Sociedad Agraria de Transformación PERCAMP de Monóvar (Alicante).

El consejero delegado de Aguas del Júcar, José María Marugán, señaló hoy que estas nuevas demandas "suponen una apuesta clara por un uso racional y sostenible del agua, ya que los caudales atenderán mediante redes separativas las necesidades de muchos servicios municipales esenciales para el futuro de nuestros pueblos y ciudades, como el riego de parques y jardines, el baldeo de calles o el suministro de agua para usos industriales".

Por otra parte, un informe elaborado por los Departamentos de Agroquímica y Bioquímica e Ingeniería Química de la Universidad de Alicante, sobre las posibilidades de uso para riego del agua del Júcar en el Azud de la Marquesa, concluye que "la conductividad del agua se mantiene por debajo o entorno a la tolerancia umbral de la mayoría de los cultivos, por lo que no se espera que se vean afectados por el uso continuado de esta agua".

El mencionado informe destaca además en sus conclusiones que "dados los niveles de conductividad eléctrica y SAR medidos, no es de esperar que se produzcan daños en el suelo por el uso continuado de esta agua", a lo que añade que "no existe riesgo de disminución de rendimiento debido a toxicidad por sodio para los cultivos citados".

En este sentido, el informe indica que las judías y, especialmente, las fresas podrían verse afectadas en su rendimiento por el riego continuado con esta agua, "pero esto puede evitarse realizando un estudio particularizado para cada caso, en el que se contemple la selección de variedades más o menos resistentes, técnicas de cultivo, aplicación del agua de riego y el tipo de suelo en el que van a crecer".

Los cultivos que se contemplan en este estudio de la Universidad de Alicante ascienden a 26: arroz, judía, higuera, naranjo, limonero, manzano, olivo, tomate, granado, melón, remolacha, patata, pepino, peral, maíz dulce y forrajero, viña, almendro, ciruelo, fresas, lino, pimiento, lechuga, rábano, cebolla y zanahoria.

Según José María Marugán, "el informe de la Universidad de Alicante deja en evidencia las mentiras de aquellos que se empeñan en asegurar que el agua del Azud de la Marquesa es un agua contaminada", a lo que añadió que "sólo aquellos que están más interesados en que el agua del Júcar vaya a parar a las nuevas urbanizaciones con campos de golf en vez de a la agricultura alicantina, se atreven a decir que el agua del Azud de la Marquesa está contaminada".