VALENCIA, 18 Feb. (EUROPA PRESS) -
Las Cajas Rurales de la Comunitat Valenciana redujeron sus beneficios en 2009 en un 32 por ciento respecto al año anterior, al aumentar las provisiones en un 42 por ciento, y alcanzar los 172 millones de euros, según se desprende de los resultados del ejercicio pasado. La tasa de morosidad se sitúa en el 5,7 por ciento en este ejercicio.
En un comunicado, la Federación de Cajas Rurales de la Comunitat Valenciana destacó que ya se han puesto en marcha los primeros pasos para adecuarse al nuevo escenario financiero. Así, las cajas han conseguido mantener sus márgenes de negocio dentro de la media del conjunto de entidades financieras y han iniciado procesos asociativos con el objetivo de "conservar su competitividad y eficiencia en sus áreas de influencia", subrayó.
Los resultados hacen patente "el esfuerzo de contención que han realizado estas entidades para atender a las recomendaciones del Banco de España". En este sentido, "han moderado los beneficios y han optado por la prudencia, para dar seguridad a los clientes y para seguir siendo entidades sólidas en su área de influencia", subrayó la federación.
También destaca dentro del balance, el mantenimiento del pasivo administrado respecto al ejercicio 2008, ya que alcanza los casi 14.000 millones de euros; y el incremento de sus recursos propios, que superan los 1.376 millones de euros, un 9,3 por ciento más que el año anterior. Por otro lado, se ha seguido inyectando liquidez en el mercado, dado que los créditos se han mantenido con respecto al año anterior y se sitúan en 14.760 millones de euros.
Las Rurales Valencianas ocupan "la primera posición en cuanto a red de sucursales respecto al total de entidades financieras en la Comuniat Valenciana, con 910 oficinas; dan empleo a 3.986 profesionales y los socios se incrementaron en 13.324 --un 3 por ciento más-- con lo que ya cuentan con 466.421 socios.
Para el presidente de la Federación, Cirilo Arnandis, "2009 puede considerarse uno de los ejercicios más complicados de la banca española de los últimos años". En el caso de las cajas rurales, se planteraon "crecimientos modestos y equilibrados, manteniendo los niveles de liquidez; y el acometer reformas necesarias respecto a una mayor cohesión entre entidades, para hacer frente con éxito a las dificultades actuales del mercado financiero y salir reforzados para afrontar el futuro de la nueva realidad económica, con energía renovada y los mismos valores".
