El cardenal Cañizares se ofrece a servir a la diócesis en un momento en que la fe "está sometida a pruebas extremas"

El cardenal Cañizares venera a la Virgen de los Desamparados.
AVAN
Actualizado: viernes, 3 julio 2015 12:19

Destaca la importancia de la unidad en España y dice que "en tiempos de increencia y cultura de la muerte" Dios no abandonará al hombre

VALENCIA, 4 Oct. (EUROPA PRESS) -

El cardenal Antonio Cañizares, nuevo arzobispo de Valencia, ha asegurado se ha ofrecido este sábado a trabajar por la diócesis, proclamando "sin descanso" la palabra de Dios, en tiempos "nada fáciles, los miremos por donde los miremos" en que la fe "está siendo sometida a pruebas extremas".

Así se ha pronunciado el prelado durante su homilía en la toma de posesión celebrada en la Catedral de Valencia, en la que ha concelebrado con cinco cardenales, catorce arzobispos y 34 obispos, además de cientos de sacerdotes. Entre otros, han estado presentes el Nuncio Apostólico, monseñor Renzo Fratini, el cardenal Antonio María Rouco Varela y el arzobispo electo de Madrid, monseñor Carlos Osoro.

También ha habido una importante representación política, encabezada por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo; el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra; el delegado del Gobierno, Serafín Castellano; el presidente de las Corts, Juan Cotino o la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. La práctica totalidad de los miembros del Consell han acudido al acto, del mismo modo que los expresidentes valencianos Eduardo Zaplana y Francisco Camps o los exministros José Bono y Ángel Acebes.

Tras acudir a la Basílica de la Virgen de los Desamparados, firmar en el Libro de Oro y regalar a la patrona de Valencia la cruz pectoral del día en el que fue creado Cardenal por el Papa Benedicto XVI, el cardenal Cañizares ha entrado a las 11.00 horas a la Catedral, dando inicio al acto, en el que Renzo Fratini ha agradecido a monseñor Osoro su "entregado servicio" durante su estancia en Valencia y se ha congratulado de la "vuelta a sus raíces" de Cañizares.

El nuevo arzobispo ha comenzado su homilía con unas palabras en valenciano --una lengua "tan dulce" que ha admitido tener que "perfeccionar" con la ayuda de los fieles-- y ha confesado "sin rubor y con mucha alegría" que se siente "más valenciano que nunca" y llega "sin miedo", con la confianza y la intención de hacer suyos "los gozos y sufrimientos" de la comunidad diocesana.

"No traigo ni tengo oro ni plata, no traigo ninguna otra riqueza, ningún otro poder ni fuerza, ningún otro plan, ninguna otra palabra que esta: Jesucristo", ha indicado Cañizares, que ha agregado: "Proclamaré sin descanso, me gastaré y me desgastaré".

"HUMILDES, PERO TAMPOCO INGENUOS"

Así, ha subrayado que "hablar de Dios es prioritario" para él, decidido a "ser para los demás" y a vivir "en la diafanidad de la misión sin buscar para nada reconocimientos de ningún tipo, ni defendiendo ningún interés que no sea el del Evangelio y la atención a los hombres". "Que Dios me libre de otros intereses que no sea la pura gracia", ha incidido.

El cardenal ha abogado por una Iglesia "sin alforjas, sin temor a que nos puedan quitar las alforjas" con enviados "mansos y humildes de corazón, no violentos e impositivos, pero tampoco ingenuos, sabiendo que los lobos son lobos y que los hay y muchos".

SIN PROGRAMA PASTORAL PREVIO

Durante su homilía, el nuevo arzobispo de Valencia ha defendido la paz y la felicidad, así como la unidad, un concepto que "en España tiene una implicación muy importante".

"Estamos atravesando, preciso es reconocerlo, tiempos nada fáciles, los miremos por donde los miremos. Estamos pasando una época en que la fe está siendo sometida a pruebas extremas; en esta marcha oscura por el desierto de tiempos de increencia y de una cultura de muerte, Cristo sigue viviendo en nosotros, estamos seguros de que Dios no abandonará a los hombres", ha incidido.

Por último, Cañizares ha asegurado que no llega "con ningún programa pastoral previo ni obra de laboratorio", sino que se basa en "buscar y hacer la voluntad de Dios". Para finalizar, ha recordado a su "venerado y siempre recordado amigo" Agustín García Gasco, y a su "queridísimo hermano" Carlos Osoro, a quien ha agradecido la herencia que deja en Valencia y ha recordado que, como arzobispo electo de Madrid, "aquí nos tiene y aquí tiene su casa".