El cardenal García-Gasco defiende el "protagonismo clave" de la persona en la educación

Actualizado: jueves, 10 abril 2008 15:38

VALENCIA, 10 Abr. (EUROPA PRESS) -

El cardenal arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco, defiende en su carta de esta semana el "protagonismo clave" de la persona en la educación y considera "incompleto" evaluar la calidad de la enseñanza "por los medios tecnológicos y los recursos que se ponen en ella", si no se incide en el "protagonismo de las personas concretas que la hacen posible".

Según informaron fuentes del Arzobispado en un comunicado, el purpurado sostiene que "la lucha contra la ignorancia no se limita a difundir un conocimiento científico de la naturaleza, ni a dotarnos de sistemas políticos que propugnen los derechos humanos", porque las personas "están por encima de todas las cosas y son más valiosas que los tesoros y el dinero".

En realidad, el compromiso por la educación "es también compromiso por crear una cultura humana verdadera", afirma García-Gasco, que asegura que "no hay más que una cultura, la del hombre y para el hombre, la que ensalza al ser humano y le permite vivir de modo acorde a su dignidad".

En su carta, que titula 'La persona, clave para la educación', el titular de la archidiócesis de Valencia sostiene que "la mejor educación se realiza de persona a persona". La ciencia y la técnica "en sí mismas, nunca son malas; obviamente es el uso de las mismas lo que las vuelve constructivas o destructoras", precisó el purpurado. De igual modo, manifestó que "el relativismo y el escepticismo acaban empobreciendo la cultura y desorientando la libertad". Ante esta situación, el cardenal hizo un llamamiento a las universidades y escuelas católicas a asumir como "misión intelectual" la superación del "derrotismo de lo aleatorio", así como a "alejar el temor y suscitar el entusiasmo de trabajar en todos los campos del saber", y puntualizó que "todos los varones y mujeres pueden encontrar con su inteligencia el sentido de su vida, la realidad última que es su principio y su fin".

Al término de su carta, el purpurado afirma que "tenemos incontables razones para mantener e incrementar el compromiso con la educación" e insiste en que "la mejor educación se transmite de persona a la persona, y ese movimiento tiene su origen en el amor de Dios".