VALENCIA, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -
El concejal y responsable del área de Educación en el grupo municipal socialista, Josep Lluís Grau, criticó hoy las "artimañas" de la Administración autonómica, para "desviar a los centros públicos el aluvión de alumnado inmigrante que acoge Castellón a lo largo del curso", informaron fuentes de esta formación en un comunicado.
Según Grau, "es una estrategia que pasa por consentir el aumento de la ratio durante el periodo ordinario de matriculación en los centros concertados, con el objetivo de que sean los colegios e institutos públicos los obligados a aceptar a los recién llegados a la comunidad educativa".
En este sentido, señaló que "hay un acuerdo tácito para permitir que los centros concertados matriculen por encima de la ratio para librarse de la matrícula sobrevenida, con lo que sólo puede asumirse nuevo alumnado en los centros que se ajustan a la norma de una forma escrupulosa o en los que quedan por debajo de las cifras recomendadas".
De esta manera, añadió que el colegio Lope de Vega "se convierte en la práctica en el único concertado de Castelló que asume alumnado inmigrante, ya que el resto no incorpora a extranjeros más que de forma ocasional".
Los datos divulgados por el Ministerio de Educación sobre la absorción del alumnado extranjero en Castellón, "han puesto en evidencia" una circunstancia que ha sido denunciada "de forma constante por el PSPV y los principales sindicatos educativos". Así, los colegios públicos admitieron al 91 por ciento de los 11.000 estudiantes inmigrantes matriculados durante el curso escolar 2006/2007.
Josep Lluís Grau lamentó la actitud del PP de "favorecer el proceso de degradación" de la escuela pública, al tiempo que afirmó que "podemos constatar curso tras curso que la educación pública valenciana está en retroceso constante".
"La proliferación de barracones, la imposición de conciertos de bachillerato con los centros privados y los agravios en la selección de alumnado foráneo son las pruebas tangibles de la voluntad del gobierno conservador de echar tierra sobre el modelo educativo público", apuntó.
Asimismo, destacó que "el afán privatizador acaba acentuando las debilidades del sistema público", y que "el panorama no puede ser más desalentador". En este sentido, Grau apuntó que los profesionales de la educación se enfrentan a "una paulatina degradación" de los recursos personales y materiales, "lo que aboca a la enseñanza a obstáculos insalvables para una educación de calidad, como la masificación, las instalaciones precarias, la falta de recursos, el destierro de escolares fuera de sus barrios por falta de plazas, así como la inexistencia de equipos multiprofesionales y de mediadores culturales".
Grau demandó "otra actitud" ante la educación, "como eje central del desarrollo de la sociedad", y recordó las promesas fijadas por el PSPV en su programa electoral, "simbolizadas en el proyecto de la Agencia Castellón Ciudad Educadora, concebida para dirigir y ejecutar las competencias educativas municipales".
Así, este organismo autónomo de carácter administrativo, de estructura gerencial y con representación de los consejos y plataformas de participación ciudadana, tendría como principales competencias y líneas de gestión las de "promover la participación y la mejora de la acción educativa, elaborar el proyecto educativo de la ciudad de Castellón, dinamizar los consejos municipales de participación y promover convenios entre las distintas administraciones".
Esta iniciativa persigue, según explicó Grau, "recuperar el espíritu de progreso y el prestigio de la escuela pública, laica, gratuita, científica y de calidad cimentado por los gobiernos de la izquierda en la década de los ochenta". "Ahora seguimos hablando de proyectos, pero la realidad es que sólo tenemos solares", añadió el edil.
"La escuela pública es la única herramienta efectiva para que ciudadanos y ciudadanas tengamos reconocido el derecho a la igualdad de oportunidades. Si no luchamos para mantenerlo y agrandarlo, bien pronto las políticas ultraliberales de la derecha valenciana irán recortándolo hasta que sea prácticamente irreconocible", lamentó Josep Lluís Grau.
