Castellón.- La solicitud de autorización ambiental de la planta de Vall d'Alba se someterá a información pública 60 días

Actualizado: martes, 16 mayo 2006 22:05

CASTELLON, 16 May. (EUROPA PRESS) -

La solicitud de autorización ambiental integrada de la planta de valorización energética de rechazos en Vall d'Alba (Castellón), que ha salido hoy publicada en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV), estará sometida a información pública durante 60 días y no 30 como es habitual para garantizar la "transparencia" de este proyecto con aportaciones que mejoren esta iniciativa para mejorar la gestión de los residuos y reducir el número de vertederos, según fuentes de la Generalitat.

Territorio y Vivienda quiere que la planta de Vall d'Alba se ajuste al "100 por cien" a los requisitos marcados por la recién aprobada Ley de Prevención de la Contaminación y la Calidad Ambiental con la exigencia de este requisito que deberán solicitar determinadas actividades industriales antes del 31 de diciembre de 2006.

Esta planta permitirá la gestión de residuos en la Comunitat que, en estos momentos, produce 1,44 kilogramos de basura por habitante, es decir, menos que la media europea, que es de 1,58 kilos.

Para la Conselleria de Territorio y Vivienda, "la jerarquía de nuestro sistema de gestión de residuos es la reutilización, el reciclaje y la valorización, y en lugar de eliminación en vertedero apostamos por la conversión de estos residuos en energía".

Territorio y Vivienda sostiene que la valorización energética es medioambientalmente "inocua" y complementa "perfectamente" la política de residuos impulsada por la Generalitat. Varias comunidades autónomas (Cataluña, País Vasco, Canarias, Madrid, Baleares o Canarias) y multitud de países con "gran sensibilidad" ambiental , como Dinamarca, Suecia, Suiza, Alemania o Japón, apuestan por la valorización energética, según dichas fuentes.

De hecho, la Unión Europea contempla el uso de esta tecnología como una "pieza fundamental" en las políticas de eliminación de residuos y tanto la legislación comunitaria como la española imponen unas condiciones "muy exigentes" sobre la entrega y recepción de residuos y sobre los requisitos técnicos de construcción y funcionamiento de las incineradoras, señalaron.

Así, está probado estadísticamente, según Territorio y Vivienda, que la implementación de políticas de valorización energética no aumenta la generación de basuras, dato que viene avalado por un "hecho incontestable": los países de la Unión Europea que más residuos reciclan --Suiza, Holanda, Dinamarca o Alemania-- son también los que mayor parte de sus residuos eliminan en forma de valorización energética.

TECNOLOGÍA SANA

Un trabajo de la Universidad Rovira i Virgili ha establecido que los tubos de escape de los vehículos emiten más toxinas y metales contaminantes que la incineradora de residuos especiales ubicada en Constantí (Tarragona).

Los investigadores de esta universidad catalana han llegado a esa conclusión tras comparar miles de exámenes realizados antes y después de la apertura de la planta, informaron las citadas fuentes.

Además, la valorización energética contribuye a mitigar la problemática generada por los vertederos, reduce la necesidad de éstos al aminorar la cantidad de basura almacenada -que es transformada en energía de naturaleza renovable- y evita prolongar la vida de los vertederos existentes y minimiza la necesidad de nuevas instalaciones de este tipo.

El departamento dirigido por Rafael Blasco ha sometido hoy la solicitud de autorización ambiental integrada, junto a la documentación exigida en la Ley de Prevención y Control Integrado de la Contaminación, y el estudio de impacto ambiental al trámite de información pública durante un periodo de 60 días, mediante su publicación en el DOGV y su exposición pública en el Centre d'Información i Documentació Ambiental de la Cnselleria de Territorio y Vivienda y en el Ayuntamiento de Vall d'Alba, para que puedan presentarse las alegaciones oportunas.

En la autorización ambiental integrada se fijan todas las condiciones ambientales exigibles para la explotación de las instalaciones y, entre otros aspectos, se especifican los valores límite de emisión de sustancias contaminantes, basados en las mejores técnicas disponibles y tomando en consideración las características de la instalación, su implantación geográfica y las condicionales locales del medio ambiente.

En dicha autorización, se integran todas las autorizaciones ambientales existentes relativas a producción y gestión de residuos, vertidos a las aguas continentales y desde tierra al mar, así como otras de carácter ambiental contenidas en la legislación sectorial, incluidas las referidas a compuestos orgánicos volátiles, de acuerdo con las directivas europeas.

La instalación está prevista para valorizar los rechazos procedentes de las plantas de tratamiento de residuos urbanos --papel y cartón, plástico y caucho, textiles, entre otros-- y residuos del tratamiento mecánico de residuos.

El tratamiento térmico de los rechazos permite aprovechar la energía calorífica contenida en ellos para su transformación en energía eléctrica y el aprovechamiento de las escorias de la combustión como materia de construcción.

La planta se instalará en el Polígono Industrial de Vall d'Alba. Constará de dos líneas de tratamiento, con una capacidad nominal de tratamiento de 22 toneladas a la hora de rechazo, resultando una capacidad de 350.000 toneladas de rechazo tratado al año, y una producción eléctrica máxima de 40 MW h.

Está previsto que en un principio se trate de una línea y en un horizonte de cinco a 10 años la segunda, que incluyen ambas la recepción y alimentación de rechazos, horno-caldera de recuperación con generación eléctrica y depuración total de gases.