Cerca de 6.500 establecimientos valencianos evitan la contaminación de 15.432 toneladas de aceites usados

Generación de aceite usado
SIGAUS
Actualizado: lunes, 20 agosto 2018 11:22

VALÈNCIA, 20 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Sistema de Gestión de Aceites Industriales Usados en España (SIGAUS) atendió el año pasado la recogida de este residuo en 6.482 establecimientos de 375 municipios de la Comunitat Valenciana, el 40% de ellos ubicados en zonas rurales donde existen importantes valores naturales a proteger. En total se recogieron 15.432 toneladas de aceites usados, el 36,5% procedente de talleres de vehículos

Así lo ha dado a conocer este viernes el SIGAUS en un comunicado en el que ha recordado que los aceites industriales usados que se generan en talleres de automoción o industrias, entre otras actividades, deben ser extraídos y almacenados para evitar fugas y derrames debido a su alto poder contaminante, debiéndolos entregar posteriormente a un gestor de residuos autorizado.

El aceite industrial se consume en numerosos ámbitos empresariales, desde talleres de vehículos e industrias, hasta sectores como el transporte, la construcción, o cualquier actividad en la que haya máquinas, engranajes, turbinas o compresores que requieran el uso de lubricantes para refrigerar, aislar o disminuir la fricción entre piezas. Desde el pequeño generador de energía de un hotel hasta la nevera industrial de un restaurante. Debido a esta diversidad de usos, la generación de aceites usados resultantes se da de forma muy fragmentada y dispersa en el territorio.

Durante el pasado año, SIGAUS recogió en la Comunitat Valenciana una cantidad bruta de 15.432 toneladas de aceites usados, el 36,5% procedente de talleres de vehículos. El volumen de aceite usado recuperado se trata de una cantidad mayor que la cantidad de residuo que finalmente es tratado, ya que incluye grandes cantidades de impropios, como agua o sedimentos. Sustancias que, durante el pretratamiento, han de separarse para facilitar su gestión final y que, de no gestionarse correctamente, podrían tener un elevado impacto ambiental.

VALORES NATURALES A PROTEGER

En el entorno rural, SIGAUS recogió aceites usados en 150 municipios, que suponen el 40% de los municipios totales donde se fue a recoger, y en ellos se recuperaron 1.686 toneladas de residuo, que representan el 11% del total recuperado. Generalmente, se trata de zonas alejadas de los centros urbanos, lo que exige una compleja logística y donde la recogida es especialmente importante por el riesgo ambiental que se evita, ya que la mayoría de espacios protegidos se encuentran en este medio.

Gracias a un servicio de recogida de gran capilaridad, SIGAUS llega a zonas del territorio en las que reside poca población y están muy alejadas. Durante el pasado año, se recogieron aceites usados en 10 establecimientos ubicados en municipios a más de 1.000 metros de altitud, que generaron algo más de 8 toneladas de residuo. Para atender a estos puntos productores se tuvieron que realizar recorridos de 167 km de media.

IMPACTO AMBIENTAL

El aceite industrial usado es un residuo que, por su toxicidad, su escasa biodegradabilidad y sus efectos sobre la salud y el medio ambiente, es considerado peligroso y muy contaminante. Los vertidos incontrolados provocan efectos nocivos sobre el agua y la tierra, y su combustión incontrolada conlleva la emisión a la atmósfera de gases tóxicos (con cloro, plomo), con efectos muy negativos, poniendo en riesgo la supervivencia de especies vegetales y animales, que en algunos casos están en peligro de extinción.

Desde el punto de vista ambiental es especialmente importante la recuperación del residuo en establecimientos que se ubican dentro de espacios protegidos, donde el riesgo es aún mayor. En estos entornos durante el pasado año se recogieron 15,5 toneladas de aceites usados, que se generaron en 13 establecimientos (como instalaciones que se encuentran en paradores de turismo, empresas de gestión de agua, clubes náuticos), ubicados en algunos de los 69 municipios con espacios protegidos.

Además, en la Comunitat Valenciana existen actualmente 16 especies en peligro de extinción que, en algunos casos, habitan a tan sólo un perímetro de 10 km de distancia de establecimientos que generan aceites usados, y a las que hay que proteger del impacto negativo de este residuo peligroso. Se trata, por ejemplo, de reptiles como la Tortuga mediterránea (Testudo hermanni) o mamíferos como el Murciélago ratonero patudo (Myotis capaccinii), entre una amplia variedad de especies de peces, invertebrados y flora vascular.

BENEFICIOS DE UNA CORRECTA GESTIÓN

La cara amable de este residuo contaminante es que bien gestionado ofrece importantes beneficios ambientales, haciendo posible el ahorro de materias primas, energía y reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Las buenas prácticas de los establecimientos que generan aceites usados hace posible que el residuo, una vez limpio de impropios, sea 100% aprovechado, ya sea como nuevas bases lubricantes o como combustible para uso industrial, resaltan desde el SIGAUS.

La cantidad neta finalmente gestionada y valorizada por parte de SIGAUS en la Comunitat fue de 12.766 toneladas. Más de la mitad de ese aceite usado, 7.693 toneladas (el 60,3%), se destinó a regeneración, un tratamiento prioritario en la gestión de los aceites usados que permite extraer aceites base utilizados en la fabricación de nuevos lubricantes.

La cantidad destinada a este tratamiento permitió devolver al mercado 5.123 toneladas de lubricantes, una cantidad que podría servir para el llenado del cárter de más de 1,2 millones de turismos, lo que equivale a más de la mitad (52%) del parque móvil de turismos de la Comunitat Valenciana. En términos medioambientales, este tratamiento de los aceites usados hizo posible evitar la emisión a la atmósfera de 23.078 toneladas de CO2.

Los aceites usados que no fueron aptos para ser regenerados se trataron para su posterior valorización energética. El producto resultante es un combustible de uso industrial utilizado en centrales térmicas de generación eléctrica, cementeras, papeleras, equipos marinos, etc., evitando con ello la utilización de otros combustibles tradicionales como el fuel óleo. A este tratamiento se destinaron el pasado año 5.073 tque permitieron la generación de una energía equivalente a 55 GWh, como la consumida por el movimiento de todos los trenes del Metro de Madrid durante casi dos meses.

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