VALENCIA, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -
El conseller de Infraestructuras y Transportes, José Ramón García Antón, acusó hoy al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de "no tener una política común en materia de aguas desde que decidió suprimir el trasvase del Ebro para compensar los apoyos políticos que estaba recibiendo desde una determinada región para mantenerse en el gobierno". Esta decisión, dijo, "ponen de nuevo en duda el desarrollo de la Comunitat".
García Antón se refirió en estos términos al valorar la decisión tomada por el consejo de Ministros de esta mañana, respecto a la autorización para un nuevo trasvase desde los embalses de cabecera del Tajo hasta el Segura, con la condición de que se destine al consumo humano.
Según explicó el conseller, esta nueva decisión del Gobierno se enmarca dentro de "una política hidráulica nefasta" que ha conseguido --matizó-- "que cada región solamente piensa en ella y así el Tajo es para Castilla la Mancha, el Ebro para Aragón y el Júcar para la Ribera".
Por este motivo, García Antón pidió al gobierno de Zapatero que realice una política hídrica basada "en la solidaridad entre todas las regiones". En este sentido, señaló que "España es una nación en la que todo menos el agua se reparte", y añadió que en este tema "las medidas del gobierno son muy negativas para los intereses de la Comunitat".
El conseller insistió en que el trasvase del Tajo al Segura "forma parte del futuro del sur de la Comunitat" y acusó al Gobierno central de "poner en duda los objetivos de desarrollo de los valencianos con todas las decisiones que toma en materia hídrica".
Además, se refirió a la posición que en el tema del agua ha tomado el líder de los socialistas valencianos, Joan Ignasi Pla. Según Antón, "Pla no defiende la política hídrica que necesita la Comunitat porque sigue las instrucciones del presidente del gobierno".
