Cultura.- El Instituto Valenciano de Conservación restaura documentos sobre papel, pergamino y vitela

Actualizado: viernes, 18 agosto 2006 21:05

VALENCIA, 18 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, a través del departamento de restauración de libros, obra gráfica y documentos, está llevando a cabo un "minucioso" trabajo de conservación, restauración y seguimiento de documentos sobre papel, pergamino y vitela, ya sean escritos, dibujos o grabados en todas sus variantes, según informaron hoy fuentes de la Generalitat.

Estos trabajos han permitido recuperar "importante" documentación de todo tipo, que está almacenada en depósitos de parroquias o archivos e incluso procedentes de colecciones particulares.

La relación de las obras está estructurada en dos apartados según el tipo y los elementos que las componen y, además, están organizadas mediante un soporte proteico --Vitelas, pergaminos y cuero-- y soporte celulósico --papel, cartulina y cartón--.

Además, el equipo de restauración divide las tareas en dos, de tal forma que se restaura, por una parte, el material proteico y, por otro, el material celulósico.

Las vitelas suelen llegar al taller dobladas, quedando reducidas a unas medidas de poco menos de tres centímetros de alto por 10 de ancho, de tal forma que ésta fue la manera en la que se conservaron, ya que solía tratarse de cartas reales o papales dirigidas a personas ilustres.

Las mismas fuentes indicaron que desde el Instituto Valenciano de Conservación y Restauración se despliegan estos soportes escriptóreos, sometiéndolos a una limpieza físico química y, seguidamente, se hidratan para volverlos dúctiles y así poderlos alisar y colocar sobre un soporte inerte, adecuado para su exposición y almacenaje.

PERGAMINOS

Los pergaminos se restauran de la misma manera, aunque estos suelen estar colocados como tapas en los libros donde se vuelven a coser, tal y como estaban en su origen. Los soportes celulósicos son los que sufren la mayor parte de los daños, mientras que los "más graves" son los ocasionados por exceso de humedad, que ocasionan "profusos" ataques fúngico que a veces llegan casi desintegrar las hojas.

Por otro lado, se erradica la plaga y se recomponen las hojas básicamente con dos métodos, de los que uno es manual y otro mecánico con ayuda de una máquina que somete al pliego a su reestructuración celulósica y, según las mismas fuentes, a veces es necesario proceder a la laminación para encapsular, siempre mediante métodos reversibles, las hojas para que puedan seguir siendo leídas.

Una vez restaurado el material del interior de los libros y con ayuda de una "rigurosa" numeración de los pliegos, se cosen los cuadernillos exactamente igual que en origen. Después, se cosen a las encuadernaciones de pergamino original y, en su defecto, se coloca uno muy parecido al que había originariamente.

Los documentos sueltos se encapsulan en sobres de mylar, que es un material "perfectamente" adecuado para su correcta conservación Y, una vez realizada la restauración, se informa a los archiveros de estas colecciones la normativa establecida por el Comité de la Nacional Información Standars Organization para la correcta conservación de estos materiales.

Esta normativa se articula básicamente alrededor de tres ejes, que son el control de la humedad --entre el 40 por ciento y el 60 por ciento--, el control de la temperatura --entre 18 grados y 21 grados--, y el control de la iluminación --entre 50 y 75 de iluminancia (lux)--.

Asimismo, se aconseja que los materiales de archivo y bibliotecas no sean expuestos más de seis meses, dejándose cinco años de recuperación antes de ser otra vez expuestos.