VALENCIA, 2 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) inaugura la exposición 'Julio Quaresma. Homen Com-se' en el Museo do Estado de Pernambuco (Recife, Brasil), que se podrá visitar hasta el próximo 30 de diciembre, según informaron hoy fuentes del centro en un comunicado.
En esta muestra, que abarca 13 pinturas y dos series fotográficas y está comisariada por la directora del IVAM, Consuelo Císcar, el espacio de entorno al hombre se presenta como multicultural, como un crisol de comunicaciones e interrelaciones, que puede convertirse en una barrera, en un espacio de conflicto e incomprensión, por la difícil relación entre la religión y el poder, señalaron.
Julio Quaresma, un artista polifacético formado como arquitecto, actividad que compagina actualmente con la pintura, complementó su educación con estudios de artes plásticas y escenografía, disciplinas que han influido en su obra.
A los quince años comenzó a exponer sus obras pictóricas en su país natal, y en 1991 formó el grupo Visionista, con el que lanzó un manifiesto titulado 'O Visionismo' y que realizó la primera exposición en el Convento do Beato de Lisboa y en varias galerías de Nueva York.
Al respecto, desde el IVAM subrayaron que la obra de Quaresma es la de un artista "comprometido con su tiempo, con los desafíos que generan los grandes conflictos". En este sentido, destacaron que con su pintura "hace guiños a graves acontecimientos políticos y sociales actuales".
Una de las máximas de este artista es "sólo el hombre cambia la sociedad", lo que explica que recurra constantemente a la representación del cuerpo humano y que ofrezca a la figura humana un lugar casi sagrado en sus lienzos. De este modo, el cuerpo del hombre asume una fuerza expresiva inusual al perder uno de sus rasgos fundamentales, como es la cabeza, que aparece difuminada, escondida o descompuesta.
La presencia del cuerpo en sus lienzos y fotografías y la transfiguración de la cabeza mantienen al hombre como "portador de sensaciones", pero sin abandonar la racionalidad cuya representación siempre la ha ostentado la cabeza. "Ese desencuentro entre cabeza y cuerpo, entre sensación y racionalidad, es explotado en sus cuadros y llevado más allá del límite natural de la obra que es el marco", destacaron las mismas fuentes.
