Mercedes Abad: "Soy una escritora traviesa y me gusta hacer temblar los límites entre los géneros"

Portada de 'La niña gorda' de Mercedes Abad
PÁGINAS DE ESPUMA
Actualizado: martes, 1 abril 2014 18:08

VALENCIA, 1 Abr. (EUROPA PRESS) -

Mercedes Abad (Barcelona, 1961) se define como "una escritora traviesa y gamberra" a la que le gusta "hacer temblar los límites entre los géneros".

Así lo ha señalado la autora, en declaraciones a Europa Press, con motivo de la presentación en Valencia de su nueva obra, 'La niña gorda' (Páginas de Espuma), una recopilación de cuentos que para al escritora ha sido "una liberación, un autorrecochineo y una terapia a lo bestia".

Las narraciones de este volumen están unidas por la protagonista, Susanita, esa niña gorda que va creciendo a medida que avanzan las páginas. "El núcleo fundamental de la obra es el paso por la dura frontera que hay entre la infancia y la adolescencia y, por lo tanto, la construcción de un yo, la forja de una personalidad y cómo, para ello, nos movemos siempre entre los dos polos de la búsqueda del placer y la necesidad de aprobación", ha señalado.

Abad ha admitido que el punto de partida de libro es "profundamente autobiográfico" aunque ha parafraseado a Javier Marías y Mario Vargas Llosa para explicar que, precisamente, por eso está convenientemente revestido de ficción, "como un striptease a la inversa". "La vida es inverosímil pero la literatura no puede serlo, tenemos que hacer que el lector se crea lo que le estamos contando y por eso hay que trabajarlo literariamente y someterlo a las leyes de la ficción", ha aseverado.

Además, ha expresado su gusto por transgredir convenciones sobre temas y géneros para encontrar un "estímulo" en cada uno de sus trabajos. En esta línea, 'La niña gorda' es una especie de híbrido entre cuento y novela, algo que, a su parecer, carece de importancia, ya que "al final lo relevante es que haya una verdad humana que perturbe y haga pensar".

HUMOR FRENTE A CURSILERÍA Y SOLEMNIDAD

Pese a ello, algo que sí reconocerán sus seguidores fieles en este libro es el recurso al humor. "Es una enfermedad mental mía, no puedo escribir sin humor porque es algo que nos defiende de dos defectos abominables, dos lacras intelectuales, como son la cursilería y la solemnidad".

En definitiva, ha resumido, 'La niña gorda' es "una reivindicación de la diferencia, del que acaba saliéndose del guión, del que elige el camino menos evidente, el que no le han trazado otros, un canto a aceptar la diferencia con sus ambigüedades".