Cultura.-Molina Foix afirma que "a veces en España se ha maltratado al cine español" y se ha "desconfiado" de su calidad

Actualizado: miércoles, 14 julio 2010 18:46

El viernes estrena su última película, 'El Dios de madera', una "fábula" de sentimientos que surge del encuentro entre Europa y la inmigración

VALENCIA, 14 Jul. (EUROPA PRESS) -

El cineasta y escritor ilicitano Vicente Molina Foix ha reconocido este miércoles que "a veces" en España se ha "maltratado" al cine propio y se ha "desconfiado" de su calidad, una situación que ha mejorado con los años pero que todavía existe, ha aseverado.

Molina Foix ha realizado estas declaraciones en Valencia, donde ha presentado su última película, 'El Dios de madera', una "fábula" de sentimientos que surgen del encuentro entre el "pasado" occidental y el "presente" de la inmigración a través de cuatro personajes que "se abren" entre sí y se descubren mutuamente. El film se estrenará este viernes con un reparto encabezado por la veterana Marisa Paredes -galardonada en el Festival de Málaga por este papel- y un novel Mamady Diocou, junto a Nao Albert y Soufiane Ouraarab.

El autor ha recordado que cuando él empezó a publicar sus libros en los años 70, la gente prefería una novela alemana o francesa antes que una española y existía un "filtro de desconfianza" que ya ha desaparecido en la novela pero que en el cine "ha tardado más" y de hecho, todavía persiste en algunos casos, ha lamentado. Tanto es así que hay quienes le han dicho "tu película está muy bien, no parece española", ha confesado.

Conocido por novelas como 'La quincena soviética', 'El abrecartas' o la más reciente, 'Con tal de no morir', Molina Foix decidió probar suerte en la gran pantalla y después de 'Sagitario', llega ahora su segundo film 'El Dios de madera'. A pesar de tener "cierta edad", en el mundo del cine es un "novato", lo que le provoca "una sensación de juventud muy agradable", ha manifestado.

Así, durante seis semanas, Valencia se convirtió en un gran plató donde contar la historia de Yao (Mamamdy Diocou), un joven senegalés que llega a España ilegalmente y que, junto al marroquí Rachid (Soufiane Ouraarab) llega a la ciudad para trabajar en el 'top manta'. Yao se instala en casa de Róber (Nao Albert), novio de Rachid e hijo de María Luisa (Marisa Paredes), mujer de fuertes convicciones católicas y 30 años mayor, que acaba enamorándose de él. Inician una relación pero Yao no puede olvidar a su novia de Senegal.

Lo que empezó como un pequeño cuento, 'Satsuma', que Molina Foix escribió en el año 1996 para un libro de relatos de diversos autores y pintores con el objetivo de recaudar fondos para el Comité de Ayuda al Refugiado, se ha convertido por fin en una película, no sin pasar antes por multitud de "vicisitudes", afirmó el cineasta.

Nacido en Elche (Alicante), Molina Foix quiso rodar en Valencia como paradigma de ciudad europea con su "gran carga del pasado", de su historia y sus monumentos a la que "se van añadiendo nuevos núcleos de población". El cineasta confesó que desde pequeño ha mantenido una relación "especial" con Valencia, bajo una mirada entre la "curiosidad", el lugar al que se iba "en las grandes ocasiones", la familiaridad y el "misterio" que envolvía a las librerías a las que iba a buscar "libros progres", ha evocado.

En ella se produce el "cruce casual" de "dos mundos tan ajenos" como el de europeo y el de la inmigración. "No es una película sobre las penurias de la emigración" sino que narra el "engarce, la interacción y el apego" que surge entre culturas diferentes. Con pincelas de "antipatía y recelo" alrededor, la historia se centra el "proceso de apertura, conocimiento mútuo y descubrimiento personal" de los protagonistas y el amor que se despierta entre ellos.

Así, desvela sus "carencias", de trabajo, papeles y subsistencia en unos, y emocionales en los otros.

DEL TOP MANTA A LA PANTALLA Y VUELTA AL TOP MANTA

Es la mirada de Yao la que otorga el punto narrativo, pero tal podría ser la mirada de quien el interpreta, Mamady Diocou, quien como en su papel, llegó hace unos años a España, y fue descubierto por la directora de casting mientras vendía bolsos en el 'top manta', una tarea a la que ha regresado en cuanto terminó el rodaje, el mes de octubre del año pasado.

Tanto él como Soufiane Ouraarab "tienen un potencial enorme como actores" garantizó el cineasta, pero tienen esa "filosofía" de "no darle demasiada importancia a haber hecho una película, no se hacen fantasías de que va a cambiar su vida". A Molina Foix le gustaría que siguieran con su carrera interpretativa, pues tienen "enorme capacidad como actores". De momento, han seguido sus vidas; ahora, la película es "su carta de presentación" y están abiertos "a ver qué pasa".

Con el dinero que Diocou ganó en el rodaje de 'El Dios de madera' compró una casa en su pueblo de Senegal, la tiene alquilada y el dinero que el reporta es para su madre. Él sigue en España vendiendo bolsos y paraguas. Eso sí, "nunca películas ni música piratas, que esto en contra", puntualizó Molina Foix. "Le prohibí" que alguna vez vendiera películas, si lo hacía "le quitaba el papel", sentenció.