VALENCIA, 21 Ago. (EUROPA PRESS) -
El festival de teatro Sagunt a Escena estrenará mañana mundialmente el espectáculo 'Muladar', fruto del trabajo de seis artistas reunidos por las compañías valencianas, Ausades Dansa y Arden Producciones. La principal innovación del proyecto, que cerrará esta edición del certamen, es que dos músicos, dos bailarines y dos actores combinarán y se impregnarán de estas tres disciplinas complementarias para representar la dicotomía entre el bien y el mal del ser humano.
Así lo indicaron hoy en la rueda de prensa de presentación de la obra los artistas que, junto al bailarín Juan Carlos Garés, forman el elenco de 'Muladar'. Se trata de los actores Chema Cardeña y Juan Carlos Garés, los músicos Chapi y Daniel Flors, y el bailarín Toni Aparisi que estuvieron acompañados por la directora de Teatres de la Generalitat, Inmaculada Gil Lázaro.
Gil Lázaro consideró que el incluir esta propuesta en la programación del festival es una muestra de que éste "evoluciona con el tiempo desde posiciones más clásicas" y del "apoyo" de la Generalitat a las compañías valencianas. Además, aseguró que 'Muladar' será un "broche brillante" para el festival que ha sido un "éxito con una media del 95 por ciento de ocupación". El proyecto que presentan nace de una idea iniciada por "dos locos inductores" --señaló Juan Carlos Garés-- que son Toni Aparisi y Chema Cardeña, directores artísticos de las compañías valencianas Ausades Dansas y Arden Producciones, respectivamente. La historia partió de un germen que ambos artistas fueron madurando en torno "al eterno enfrentamiento entre el bien y el mal del ser humano", explicó el director de Ausades Producciones. Al respecto, Cardeña añadió que la obra plasma "la idea universal de las divergencias del hombre frente a distintas situaciones".
Además, la principal innovación que presenta 'Muladar' es que en este espectáculo conviven tres disciplinas complementarias como son la danza, el teatro y la música, que en ocasiones "pueden estar enfrentadas", puntualizó Cardeña. De este modo, "los bailarines actuarán, los actores bailarán, y los músicos harán de actores y bailarines", puesto que "el éxito de la producción radica en los intérpretes y en su capacidad de impregnarse de otras disciplinas", aseguró Aparisi.
En este sentido, Cardeña señaló que cada uno de los artistas utiliza "su propio lenguaje de expresión", aunque al final "lo importante es la interpretación, no el vehículo que se utilice". También Flors consideró que aunque siempre está acostumbrado a trabajar con músicos, al experimentar con otros bailarines y dramaturgos, constató que en las tres disciplinas está presente "el mismo caos, la misma energía y la misma pasión, porque las artes son una". Asimismo, para Cardeña, esta función consigue "equilibrio" ya que "ninguna disciplina se superpone sobre otra".
Precisamente, el eclecticismo del proyecto combina con el escenario propuesto, que es el foso de la orquesta del Teatro Romano de Sagunto (Valencia), de forma que "parte del público deberá ocupar el escenario habitual para seguir la obra, creando así un escenario central, rodeado completamente por los espectadores", señalaron.
"ESTÉTICA DEL VACÍO"
Respecto a la escenografía, Aparisi aseguró que el espectáculo "juega con la estética del vacío", de forma que "se ha limpiado el escenario quedando únicamente nueve lámparas, seis intérpretes y dos instrumentos de música". En este sentido, 'Muladar' combina las escenas en que se llena todo el espacio con las que sólo se ocupan unos metros, para "concentrar la escenografía", agregó el bailarín.
Para Garés, este escenario sigue la línea de un espectáculo que "no da ninguna concesión a la estética", con una puesta en escena "muy básica en las formas, ya que no hay nada superfluo o florituras añadidas para decorar". Con esto, se pretende conseguir el objetivo del proyecto, que es, según Cardeña, "mover y conmover al público".
En cuanto a la música del proyecto, también es sencilla ya que sólo cuenta con dos instrumentos, la percusión a cargo de Chapi, y la guitarra de Flors. Las melodías que componen estos dos artistas "rompen con la idea de que el bien se representa con la consonancia, y el mal con la disonancia". Además, ambos intérpretes aseguraron que tratan de dotar a su obra con la dualidad entre bien y el mal, eje de la producción. Todos los artistas del proyecto coincidieron en que compartir escenario con el resto es, "una auténtica lección y un lujo". Garés añadió, además, que "pese a que para unos artistas con cierta trayectoria la apuesta es un riesgo, es una oportunidad de crear" y que "ojalá tengamos más ocasiones de colaborar".
