Cultura presenta la puesta en valor la antigua necrópolis cristiana de Chilches (Castellón)

Actualizado: lunes, 20 septiembre 2010 21:32

CASTELLÓN, 20 Sep. (EUROPA PRESS) -

La directora general de Patrimonio Cultural Valenciano, Paz Olmos, ha presentado la puesta en valor de los trabajos de excavación de la antigua necrópolis cristiana en la actual Iglesia Parroquial de Chilches (Castellón), junto al presidente de la Fundación Bancaja, Antonio Tirado, el vicepresidente de la Diputación de Castellón, Vicente Aparisi, y el alcalde de la localidad, Vicente Lapuerta.

Según ha informado la Generalitat, los trabajos de excavación de los técnicos de la Dirección General de Patrimonio Cultural Valenciano en la necrópolis han permitido exhumar 326 fosas que abarcan diversos momentos de ocupación ligados al desarrollo de Chilches, desde la segunda mitad del siglo XIII hasta finales del siglo XIV, cuando trasladaron el cementerio a las afueras.

Al respecto, han resaltado que entre los abundantes restos monumentales y documentales, destacan los "excepcionales" ejemplos de camposantos cristianos de época Bajo Medieval, que constituyen una "muestra clara y fehaciente de la nueva realidad cultural e ideológica implantada tras la Conquista".

De hecho, su presencia convierte la necrópolis de Chilches en "un hallazgo extraordinario, especialmente por su amplia cronología y por la inaudita conservación in situ de seis estelas discoidales de dicha época".

La Dirección General de Patrimonio de la Conselleria de Cultura ha colaborado en la puesta en valor del camposanto y en los trabajos de excavación que comenzaron en el año 2008, que permiten a los visitantes comprender, a través de una cabina y de unos paneles explicativos, las lápidas discoidales.

Asimismo, han participado también en estos trabajos la Diputación de Valencia, el Ayuntamiento de Xilxes y la Fundación Bancaja, ascendiendo la inversión total a 120.000 euros.

Los enterramientos de Época Bajo Medieval han sido encontrados en orientación sur-noreste. El difunto se hallaba envuelto en un simple sudario prendido con diversas agujas y se enterraba en posición cubito supino con los brazos cruzados sobre el pecho o el abdomen, sin restos de ajuar o indumentaria a excepción de algún pendiente o collar.

Según han explicado las mismas fuentes, las posteriores remodelaciones de la Iglesia a mediados del siglo XVI producen una importante transformación del camposanto y las sepulturas quedan conformadas por inhumaciones individuales, en posición cubito supino sobre el pecho o la pelvis y portando un rosario.

Por su parte, los últimos momentos de ocupación permiten a los técnicos arqueólogos encontrar elementos de indumentaria como monedas, rosarios, collares, pendientes, botones o anillos.

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