VALENCIA, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -
Personal técnico ha realizado este jueves las primeras pruebas de pintura en la cubierta del Palau de les Arts Reina Sofía con el objetivo de "proteger la superficie metálica" del coliseo, desprovisto en la actualidad del revestimiento cerámico de 'trencadís' a raíz de los desprendimientos sufridos el pasado mes de diciembre.
Así lo han confirmado a Europa Press fuentes de la Conselleria de Economía, que explicaron al término de la retirada del 'trencadís' que se llevaría a cabo una primera muestra de chorreado y pintado de una pequeña superficie metálica, de cara al comienzo de las pruebas de las propuestas realizadas para el saneado y acabado de la fachada.
Los trabajos de retirada de ese material cerámico finalizaron el pasado 17 de febrero, en la semana de la reapertura al público del coliseo con la puesta en escena de 'L'italiana in Algeri', de Rossini.
Diez días después, se han pintado tres cuadrados en distintos tonalidades de blanco y gris en uno de los extremos de la cubierta del teatro de ópera, a la espera de la elección de la solución definitiva.
A finales de enero, el arquitecto valenciano Santiago Calatrava planteó al conseller de Economía, Industria, Turismo y Empleo y presidente del Consejo de Administración de la Ciudad de las Artes y las Ciencias (Cacsa), Máximo Buch, "tres soluciones" para la cubierta del Palau de les Arts: "volver a poner trencadís, con una serie de condiciones técnicas que garanticen su adherencia, poner unas planchas de aluminio con juntas de dilatación o una masilla que haga una superficie más lisa y, a partir de ahí, poner una pintura".
Tras la "reunión privada" que mantuvieron en una sala del aeropuerto de Valencia, acompañados de técnicos de sus respectivos departamentos y un representante del Instituto Tecnológico de la Construcción (Aidico) --entidad que realizó el informe de daños tras el desprendimiento de trencadís de la cubierta del coliseo--, Buch señaló que debían "evaluar técnicamente qué es lo mejor y qué tiene garantías de duración".
"Nos preocuparía usar cualquier solución que luego no tenga una duración y unas garantías de estabilidad y de color suficientemente satisfactorias a largo plazo", recalcó el conseller, quien insistió entonces en que "no es una cuestión que tiene que durar unos pocos años, sino que es un edificio que tiene que durar muchos años".
