VALENCIA, 23 Dic. (EUROPA PRESS) -
La revista especializada 'FMR' ha dedicado un número especial a la Catedral de Valencia y, en especial, a los frescos de finales del siglo XV que fueron descubiertos en 2004 en la Seo. A través de esta vía, las pinturas firmadas por Francesco Pagano y Paolo de San Leocadio disfrutarán de una distribución internacional en 116 países.
La publicación fue presentada hoy por la consellera de Cultura y Deporte, Trini Miró, y el vicepresidente de la Fundación Bancaja. Para la titular de cultura, "la tarea divulgativa de la revista FMR será fundamental para hacer llegar a todos los rincones del mundo la belleza de la Catedral de Valencia y de sus ángeles músicos"
"La de Franco Maria Ricci es una publicación que goza de un excepcional prestigio entre los grandes amantes y entendidos del arte en Europa y en gran parte del mundo, gracias a ese enorme ámbito de difusión que supera el centenar de países. Con la revista FMR los ángeles músicos lograrán maravillar a miles de amantes del arte en todo el mundo", destacó Miró.
Encuadernada en cartoné con guardas, el libro está ampliamente ilustrado con fotos de la catedral de Valencia y de los ángeles músicos y colaboraciones de especialistas que explican el proceso de restauración que ha sido llevado a cabo por el Institut Valencià de Conservació i Restauració de Béns Culturals (Ivacor).
Hace aproximadamente un año, esta revista ya tuvo ocasión de tratar en uno de sus números el hallazgo de los frescos de los ángeles músicos y ahora, gracias a la colaboración de la Conselleria de Cultura y Deporte y de la Fundación Bancaja, se ha editado este número monográfico especial para divulgar la importancia histórica de las pinturas y de la sede que las alberga.
Por último, Trini Miró manifestó "el orgullo que supone para el Gobierno Valenciano que uno de los tesoros más bellos del patrimonio de todos los valencianos, la catedral, sea la protagonista de una publicación tan bella, tan exquisita y cuidada".
Siendo obispo de Valencia Rodrigo de Borja, futuro papa Alejandro VI, encargó a los maestro italianos Francesco Pagano y Pablo de San Leocadio la ejecución de unos frescos que adornaran la cúpula de la Catedral de Valencia. Con el paso de los siglos y debido a la acción del humo de las velas, las pinturas ennegrecieron y perdieron su belleza, por lo que se decidió, en 1682, cubrirlas mediante un doble muro de ornamentación barroca que las ocultaba.
En 2004, gracias a un largo proceso de investigación se descubrieron de nuevo estos frescos. Tras su restauración por el Institut Valencià de Conservació y restauració de Bens Culturals (Ivacor), los frescos volvieron a lucir en todo su esplendor en 2007. Se trata de uno de los descubrimientos históricos más importantes de los últimos años que refleja el gran periodo de esplendor que vivió la ciudad de Valencia y su reino durante el siglo XV
