La CV-821 de Alicante y la CV-670 de Valencia, las carreteras más concentración de accidentes de España

Kilómetro 5 de la CV-821
Kilómetro 5 de la CV-821 - GOOGLE MAPS
Publicado: lunes, 25 mayo 2020 14:46

VALNCIA/MADRID, 25 May. (EUROPA PRESS) -

El tramo del kilómetro cinco al ocho de la CV-821, en Alicante, es la carretera convencional con mayor peligrosidad y concentración de accidentes de España, seguida de la CV-670 de Valencia, en el tramo que va del kilómetro uno al cuatro.

Así lo pone de manifiesto el estudio 'Carreteras convencionales: el agujero negro de la seguridad vial', elaborado por la Fundación Línea Directa en colaboración con Centro Zaragoza, que analiza la siniestralidad vial en este tipo de vías durante la última década (2009-2018) tomando como referencia datos de la DGT. Este estudio indica que el 64% del total de siniestros en vías interurbanas.

Además, la Comunitat Valenciana, con 0,32 accidentes por cada
kilómetro de carretera secundaria, supera la media nacional, que se sitúa en 0,23 accidentes. Se sitúa como la quinta comunidad autónoma con mayor porcentaje de fallecidos en este tipo de vías a nivel nacional (9%).

El estado y mantenimiento de estas carreteras es fuente de crítica para cinco de cada diez automovilistas de la Comunitat Valenciana, aunque el 70% afirma sentirse más seguro al circular por autovías.

Entre los puntos más peligrosos de las vías convencionales, los conductores citan, por este orden: presencia de animales, intersecciones y cruces y visibilidad e iluminación. En cuanto al tipo de usuario, los ciclistas son vistos como los más peligrosos por la mitad de los conductores valencianos.

OCHO DE CADA DIEZ VALENCIANOS COMETE ILEGALIDADES

Asimismo, ocho de cada diez valencianos admiten haber cometido conductas ilegales e irresponsables al circular por vías secundarias. Superar el límite de velocidad (71%) es la infracción más repetida, seguida de no respetar la distancia de seguridad (32%) y estacionar el vehículo en el arcén de la carretera (18%).

Entre las medidas mejor acogidas para mejorar la seguridad vial de las carreteras convencionales, nueve de cada diez conductores valencianos están a favor de desdoblamientos de carriles en los tramos más peligrosos. Es más, un 35% estaría dispuesto a pagar un peaje para costearlos. Respecto al uso de radares tienen una percepción más negativa y sólo los aplauden un 33% de conductores en la Comunitat Valenciana.

DATOS NACIONALES

Según el estudio, en la última década se han producido un total de 237.190 accidentes con víctimas en las carreteras convencionales españolas (el 64% del total de siniestros en vías interurbanas), y desde 2015 los siniestros han ido creciendo hasta alcanzar un 11% de incremento.

En relación al índice de letalidad de las vías interurbanas, las carreteras convencionales multiplican por 1,5 veces la letalidad frente a las autovías y autopistas (2,8 fallecidos por cada 100 víctimas, frente a 1,8), aun teniendo en cuenta que las carreteras convencionales tienen limitada la velocidad a 90 km/h como máximo.

En este sentido, en los últimos diez años han muerto 10.446 personas en las carreteras convencionales, multiplicando por 3 el número de fallecidos de las autopistas y autovías. El número de heridos graves también es más elevado en carreteras secundarias, representando un 72% del total registrado en vías interurbanas.

MENOS ACCIDENTES DEBIDO AL CORONAVIRUS

Según este mismo estudio, a nivel nacional, el número de fallecidos en las carreteras convencionales en el conjunto de este 2020 se verá reducido aproximadamente en un 27%, con cerca de 600 muertos frente a los 800 del año anterior en este tipo de vías, debido al impacto de la pandemia de COVID-19 en la movilidad.

Entre el 15 de marzo y el 18 de mayo de este año, la movilidad se ha reducido en torno a un 70% y los fallecidos al volante han descendido un 67%. Sin embargo, la entidad estima que "la recuperación de la movilidad traerá también un aumento de los accidentes de tráfico en los próximos meses, especialmente en las carreteras convencionales".

El estudio recoge que aumentarán los siniestros viales por la vuelta a la normalidad, pero a ello habrá que sumar nuevos factores de riesgo que incidirán especialmente en los desplazamientos de largo recorrido: "habrá más viajes de turismo nacional y de interior que en años anteriores por las dificultades de salir al extranjero, con un probable repunte en el uso del coche privado, cuyo parque móvil está muy envejecido".

En este sentido, ante la actual situación de progresivo desconfinamiento y la vuelta a los niveles habituales de movilidad, la Fundación Línea Directa estima que los fallecidos en las carreteras secundarias volverán a suponer este año un 75% de los muertos de las vías interurbanas, un dato similar al conjunto de la década, cuando en los últimos años había bajado a un 73%.

ACCIDENTES MUY VIOLENTOS CON INFRACCIONES GRAVES

Según el estudio, la salida de vía, sobre todo en las rectas, es el accidente más repetido desde 2009 en las carreteras secundarias (35% del total de accidentes, y generan una alta mortalidad (37% de los muertos). Le siguen los siniestros por colisión frontal y frontolateral (23,5%), que generan un 28% de los fallecidos. Entre los factores concurrentes se encuentran las distracciones, la velocidad inadecuada, el cansancio y el consumo de alcohol y/o drogas.

La presencia o no de arcén en este tipo de vías tiene también una importante incidencia, pues un 78% de los fallecidos en carreteras convencionales se produjo en vías sin arcén o con dimensiones inferiores a 1,5 metros.

En cuanto al momento del accidente, los meses de junio a septiembre son los que mayor siniestralidad registran: un 40% de las muertes en estas vías tiene lugar en verano.

Por comunidades autónomas, en términos absolutos, Cataluña ocupa el primer puesto en cifra de fallecidos en carreta convencional (17%), seguida de Andalucía (13%). En contraposición, País Vasco (0,7%) y Cantabria (1%) son las regiones con menos muertes en sus carreteras secundarias.

Si bien, Cataluña (0,48) y la Comunidad de Madrid (0,45) son las regiones con más accidentes por kilómetro de vía, muy por encima de la media nacional, que está en el 0,23. En el lado opuesto se encuentran Castilla-La Mancha (0,03), Navarra, Extremadura y Aragón (0,06).

En cuanto al Top 5 en peligrosidad y concentración de accidentes en las carreteras convencionales (cifras de 2018), identificados en función de la intensidad media diaria de tráfico y el índice de siniestralidad, lo constituyen el tramo del km 5 al 8 de la CV-821, en Alicante; el tramo del km 1 al 4 de la CV-670, en Valencia; el tramo del km 2 a 5 de la GR-3304, en Granada; el tramo del km 104 al 107 de la PO-311, de Pontevedra; y hasta cinco puntos negros repartidos por la N-634, entre Guipúzcoa y Vizcaya.