Desarrollan un nuevo catalizador que produce hidrógeno limpio para las pilas de combustible

Actualizado: miércoles, 4 noviembre 2009 11:59

VALENCIA, 4 Nov. (EUROPA PRESS) -

Investigadores del Instituto de Tecnología Química, centro mixto de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), han desarrollado un nuevo catalizador que permite obtener, a partir de bioetanol, hidrógeno limpio de alta pureza, gran eficiencia energética y rentable para su uso directo en pilas de combustible, según informó hoy esta institución académica.

Según apuntan los investigadores del ITQ, este nuevo catalizador supone un nuevo paso hacia la producción sostenible de hidrógeno con "interesantes aplicaciones", por ejemplo, en autobuses urbanos, trenes o tranvías basados en pilas de combustible.

Se trata de un catalizador activo a bajas temperaturas, con alta selectividad a hidrógeno y con baja producción de monóxido de carbono y metano. Estas tres características permiten mejorar la eficiencia tanto energética como económica del proceso de obtención del hidrógeno. "El hidrógeno se produce actualmente por reformado con vapor de gas natural que opera a 900ºC, frente a los 350ºC a los que trabaja nuestro catalizador, lo que conlleva un importantísimo ahorro energético", explicó Antonio Chica, investigador del ITQ.

Igualmente, el catalizador desarrollado por el ITQ produce "muy poco" monóxido de carbono, lo que supone "un gran avance", fundamentalmente para garantizar el funcionamiento óptimo de la pila de combustible ya que el CO es el causante del mal funcionamiento de las pilas.

Además consigue "un importante beneficio" para el proceso de producción de hidrógeno de alta pureza ya que implicaría la eliminación total o parcial de una de las unidades más caras del proceso (unidades que utilizan catalizadores bastante caros y que están destinadas a la eliminación de CO por reacciones de desplazamiento con agua y de oxidación preferencial). Igualmente, la etapa final de purificación se simplificaría tanto desde el punto de vista tecnológico como energético, lo que supondría "un ahorro económico considerable", destacó.

"El catalizador que hemos desarrollado podría tener interesantes aplicaciones en la producción industrial del hidrógeno. Se ha comprobado su eficiencia a nivel de laboratorio; mediante el estudio de escalado a nivel de planta piloto se tendrá que constatar los buenos resultados hasta ahora obtenidos", explicó Chica.

PILAS DE COMBUSTIBLE, BIOETANOL, HIDRÓGENO Y VALENCIA

En general, científicos y tecnólogos coinciden que el hidrógeno es una fuente de energía de gran futuro debido a su bajo impacto ambiental (la combustión del hidrógeno produce únicamente agua), su alto contenido energético y la variedad de posibles aplicaciones: automóviles, aviones, cocinas, calefacciones, etc. Sin embargo, ese beneficio ecológico que se puede derivar de su uso pierde su atractivo si su producción se hace a partir del reformado con vapor de compuestos derivados de energías fósiles (gas natural, gasolina, diesel, etc.) ya que durante este proceso se generan grandes cantidades de CO2 cuyo efecto invernadero es bien conocido, indicó.

Por ello, Chica constató que "el verdadero beneficio" del hidrógeno como combustible sólo se podrá conseguir si el hidrógeno que se consume se genera a partir de fuentes de energía renovable como la biomasa. "Y de entre todos los compuestos derivados de ella susceptibles de su transformación a hidrógeno destaca el bioetanol", apuntó. Su ventaja como fuente de hidrógeno reside en que se trata de un compuesto líquido, no tóxico, tiene un fácil manejo, almacenaje y distribución.

En este sentido, destacó que en la Comunitat Valenciana se están desarrollando destacados proyectos en el área de la producción de bioetanol, "una importante ventaja estratégica ya que le permitirá disponer de la materia prima necesaria para la producción de hidrógeno de alto valor ecológico". Asimismo, consideró que la fabricación de transporte público basado en pilas de combustible es "una realidad cada vez más cercana y en la que los ayuntamientos de las grandes ciudades europeas se están implicando activamente".

"En este sentido la ciudad de Valencia podría ir un paso más allá ya que al disponer de la tecnología tanto para producir bioetanol como para transformarlo en hidrógeno, no tendría que depender de la importación de hidrógeno para abastecer a aquella flota de transporte público que pudiera funcionar con pilas de combustible. Es más, podría convertirse en uno de los puntos nacionales de producción y distribución que abasteciera a las flotas de otras ciudades", señaló.