VALENCIA, 9 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, señaló hoy que con la visita del Papa a Valencia para presidir los actos finales del V Encuentro Mundial de las Familias (EMF) que se ha celebrado esta semana en la ciudad, la Comunitat Valenciana ha vivido "dos jornadas históricas" que harán de éste un fin de semana "inolvidable", que dejará una "huella imborrable" en esta autonomía, por lo que manifestó estar "muy feliz y agradecido" a "todas las personas que han venido de fuera y a los que han colaborado para hacer posible este evento".
Camps realizó estas declaraciones en el aeropuerto de Manises (Valencia) antes de que partiera el avión papal con rumbo a Roma, donde se acercó antes de la llegada del Pontífice, a saludar y dar la mano al alrededor de medio millar de peregrinos que se concentraron en el recinto para despedir a Benedicto XVI.
En el aeropuerto asistieron a la ceremonia de despedida Sus Majestades los Reyes, don Juan Carlos y doña Sofía; los ministros de Justicia y Asuntos Exteriores, Juan Fernando López Aguilar y Miguel Angel Moratinos; el embajador de España en la Santa Sede, Francisco Vázquez; la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y otras autoridades.
En sus declaraciones, el presidente de la Generalitat se mostró "muy agradecido" a Su Santidad por "su recuerdo constante" hacia las 42 personas que fallecieron en el accidente del metro registrado el pasado lunes en Valencia y a sus familias, las cuales, indicó, están pasando "un momento tan doloroso". Al respecto, manifestó que "nos hemos unido todos en el dolor de las víctimas y de sus familiares".
Asimismo, el jefe del Consell apuntó que el Pontífice ha estado en Valencia para recordar "momentos duros", pero también "momentos felices". Así, consideró que este fin de semana "no sólo es inolvidable en términos de hoy sino que va a ser inolvidable en términos históricos", ya que se trata de "dos jornadas históricas", dijo.
En el aeropuerto, Camps se acercó hasta las vallas de seguridad para saludar y dar la mano a las personas congregadas para despedir al Papa, que lanzaban gritos de 'Benedicto'.
