LOGROÑO, 2 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Feria del libro antiguo y de ocasión de San Sebastián ofrece hasta el próximo día 17, un total de 43 stand con participación de libreros procedentes de ocho provincias, entre ellas, Valencia, que ofrecerán libros de diversas temáticas con descuentos de hasta el 20%, además de fotografías, documentos, postales o manuscritos.
El concejal delegado de Cultura de San Sebastián, Ramón Etxezarreta, presentó esta iniciativa, que se desarrollará en la plaza de Gipuzkoa, junto al representante del Gremio de libreros Andoni Aranzegi, y el representante de la Cámara de libreros, Asier Muniategi.
Muniategi explicó que "la gran cantidad de nuevas ediciones hacen que cada vez la vida del libro sea más corta, y los editores saquen las publicaciones al mercado de ocasión", en el que pueden adquirse "por un precio un 10% o un 20% menor que lo que costarían como novedad".
Por ello, señaló que "la excusa para no leer de que los libros son caros queda al margen con este tipo de ferias". Destacó que el pasado año por la de San Sebastián "pasaron un total de 125.000 visitantes" y consideró que mantener esta cifra "sería un buen resultado".
Los stands participantes procedentes de La Rioja, País Vasco, Navarra, Perú, Málaga, Valencia y León, y ofrecerán novelas, libros de cine, de cocina, fotografía, o deporte, y también documentos, postales o bulas papales.
Por su parte, Aranzegi afirmó que "los datos del sector librero no son muy buenos", aunque "Ferias como ésta ayudan al optimismo". A su juicio, "la mejor forma de promoción del libro es sacarlo a la calle y hacerlo accesible al público".
Según indicó, las ventas en librerías "han decaído un 4% en 2004 respecto a 2002, y anualmente se crean unas 75 mientras que se cierran unas 90". Además criticó "la creciente importancia" que están adquiriendo en las ventas las grandes superficies frente al librero independiente.
Recordó que éstos "sacan a la calle muchas veces libros de editores independientes que publican con su propio dinero y además tienen una gran función cultural", por lo que su cierre puede repercutir en la cultura local. Por último, lamentó que "la nueva Ley del libro ha sido una oportunidad perdida para mejorar la situación del sector".
