VALNCIA, 21 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Federación de Ocio, Turismo y Juego de la Comunitat Valenciana (Fotur) cifra las pérdidas del sector a raíz de la pandemia por la Covid-19 en más de 53 millones de euros, y eso, sin contar el lucro cesante. En este contexto, avisa, "están en juego" más de 700.000 puestos de trabajo y 25.000 empresas.
A la actual situación de "caos económico" e "incertidumbre", lo que preocupa al sector del ocio, espectáculos, festivales e industrias afines es la "indefinición todavía de los ERTE" y el coste de los alquileres de los locales, que ya es "inasumible", después de seis meses sin actividad y sin flujo de caja.
"La incertidumbre es total para la Industria de la felicidad", con alrededor de 450 pubs, 120 salas de fiesta baile y discotecas, 189 salones de eventos y celebraciones, 48 empresas de espectáculos, eventos y orquestas y 47 festivales, apunta Fotur en un comunicado.
A ello, hay que añadir los artistas, intérpretes, ejecutantes, técnicos de sonido, personal de servicio de admisión, djs y productores, más los profesionales de cocina y bartenders. "Todos ellos se encuentran en un limbo".
"Y lo que es peor, una total incertidumbre a la hora de toma de decisiones, que es imposible realizar ante la actual situación", insiste la Federación. Así, pide que "dejen trabajar" al sector. "Si hay actividad y podemos desarrollarla nuestras empresas serán viables, en caso contrario estamos abocados al cierre", alerta.
Fotur reclama al Gobierno central y a la Generalitat "resoluciones claras y concisas" y exige un interlocutor válido para el sector, con un "plan urgente de viabilidad y restructuración económica de esta industria".
Desde su punto de vista, esta "será la única posibilidad para el sostenimiento" del sector, que ahora en "dique seco" y le es "imposible continuar por la falta de tesorería y actividad empresarial".
Fotur señala que "los altos alquileres de los locales sumergen a las empresas, que no pueden hacer frente; además los ERTE cuestan aportaciones económicas empresariales y es inadmisible que, a cero actividad, se cobren prestaciones de la Seguridad Social, los pocos ICO recibidos ya están consumidos, y junto con los gastos propios de mantenimiento de las empresas durante estos seis meses generan ya unas pérdidas que se cuantifican en 53.910.000 euros", y sin contar lucro cesante.
