La Fundación Patim atiende a 21 personas acusadas de un delito de violencia de género en los dos últimos años

Actualizado: lunes, 14 septiembre 2009 18:22

CASTELLÓN, 14 Sep. (EUROPA PRESS) -

El Servicio de Asesoramiento Jurídico de la Fundación Patim (SAJI) ha atendido a 21 personas acusadas de un delito de violencia de género en los dos últimos años. Este servicio cuenta con un programa específico para el tratamiento de maltratadores cuyo objetivo es la modificación de conducta y el patrón de pensamiento de los pacientes, según informó Patim en un comunicado.

En muchos casos se ha detectado que existe una agresión psicológica previa hacia las víctimas, que los pacientes no consideran como maltrato. "Es una violencia camuflada de la que ellos no suelen tener conciencia y sobre la que es preciso intervenir", explicó la responsable del SAJI, Olga Beltrán.

El programa terapéutico contempla la realización de 12 sesiones en grupo orientadas a la modificación de la conducta. En ellas se analizan las relaciones de pareja para modificar sus respuestas agresivas, tanto verbales como físicas. La psicóloga Olga Beltran advirtió que son personas que socialmente suelen estar bien integradas, con trabajo, pero que en ocasiones responden de forma violenta dentro del hogar. "El agresor siente que pierde control sobre su ámbito familiar, sobre su pareja, y para conservarlo llega a emplear la fuerza para hacer valer una presunta autoridad que considera amenazada", explicó.

Las sesiones se realizan una vez por semana. En muchas ocasiones, durante la intervención con el terapeuta, los pacientes -todos hombres y con una edad media de 37 años- llegan a justificar conductas consideradas inadecuadas al interpretar sus acciones, según Patim.

"Cuando comienzan el tratamiento y les preguntamos qué consideran que es el maltrato, nueve de cada diez responden que poner la mano encima a su pareja", remarcó Beltrán, quien añadió que "piensan que el maltrato comienza cuando se genera la primera agresión física, de ahí la importancia de hacerles ver que existen unos antecedentes, un maltrato psicológico hacia sus parejas, del que no son conscientes".

Todos los casos atendidos son derivados por los Servicios Sociales Penitenciarios. A los beneficiarios de este programa terapéutico de carácter cognitivo-conductual se les ha aplicado la suspensión de la condena, condicionada a realizar un tratamiento en un centro especializado en temas de violencia de género.

Una vez en el SAJI, una de las sesiones va dirigida a darles a conocer la trascendencia jurídica que conlleva la sentencia que les han aplicado y las consecuencias que pueden derivarse del incumplimiento de las medidas de protección aplicadas. "Todos los casos que hemos tenido hasta ahora han completado el tratamiento", aseguró Olga Beltran.

Dentro de las iniciativas que se ha emprendido Patim para la prevención de las conductas violentas destaca el proyecto de educación para las masculinidades, un enfoque que se ha traducido en dos cursos de formación para profesionales de los centros de día y un amplio material de apoyo editado en colaboración con ASECEDI y el Plan Nacional sobre Drogas.