Un jurado declara culpable de asesinato a un guardia civil acusado de matar a su mujer de 14 disparos

Actualizado: jueves, 22 noviembre 2012 21:58

VALENCIA, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -

Un jurado popular ha declarado culpable de un delito de asesinato, con la circunstancia agravante de parentesco, a un hombre, guardia civil, acusado de matar a su mujer de 14 disparos en septiembre de 2009 en la localidad valenciana de Utiel. El veredicto se ha alcanzado por unanimidad, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).

El hombre aseguró durante el juicio que no oyó los tiros y que se quedó "sorprendido" y "asustado" por lo que pasó. También afirmó que en ese momento estaba "ofuscado" y que era como si estuviera ciego, porque ni tan siquiera veía a la víctima mientras le estaba disparando.

El hombre, que responde a las iniciales J.A.C.C, se enfrenta a una pena máxima de 24 años de cárcel por un delito de asesinato con la circunstancia agravante de parentesco --tal y como solicita la acusación particular-- y a pagar una indemnización de 300.000 euros. Una pena más baja le pide el ministerio fiscal, quien le requiere 19 años de prisión; mientras que la defensa solicita tan solo una condena de tres años y un día de prisión por un delito de lesiones, o de cinco años y un día --como alternativa-- por un delito de homicidio.

El procesado y la víctima mantuvieron una relación de noviazgo durante seis años, y estuvieron casados otros ocho. Residían en una vivienda, propiedad de los padres de ella, en la localidad de Utiel. El acusado definió durante el juicio su matrimonio como "normal, como cualquier pareja", y explicó que tenían discusiones "normales" pero sin violencia física.

Pese a estas discusiones, sobre las que insistió que eran "normales", resaltó que "nunca jamás" encerró en casa a su mujer, ni le prohibió que hiciera nada, ni le insultó, ni le tocó.

Narró que el año en que tuvo lugar el incidente, se cogió varias bajas y el psiquiatra le puso un tratamiento que nunca se tomó porque pensaba que le podía sentar mal. El día de los hechos, el 7 de septiembre de 2009, explicó que su mujer madrugó porque tenía que trabajar, y él se quedó en casa porque estaba de permiso. Tras comer ambos juntos, la mujer se fue a vendimiar con sus padres y luego regresó a casa.

"QUE NO VINIERA TARDE"

Cuando volvió, el procesado estaba todavía durmiendo la siesta y se encontraba "desnudo", y la mujer decidió cambiarse de ropa para ir a visitar a su tía. En ese momento, el hombre narró que abrió la puerta para avisar a su mujer de que no viniera tarde porque tenían cena con los amigos, y ésta le respondió --según su versión-- que iba a tardar el tiempo "que le diera la gana".

Seguidamente, explicó que subió a casa y se cerró con llave, con lo que le dejó a él desnudo en el rellano. Ante esta situación, el hombre dijo que le pidió que le abriera, y al no hacerlo, y ante el "miedo" a que le viera alguien así, empezó a dar patadas a la puerta hasta que la tiró abajo.

Cuando consiguió entrar, señaló que vio a su mujer sentada en un sillón, "riéndose de mí en plan chulesco", describió. En este momento aseveró que perdió la noción del tiempo hasta que se encontró con que la recámara de su pistola reglamentaria estaba abierta y vacía. Pese a estos lapsus, en su declaración ante la Guardia Civil narró paso a paso cómo actuó ese día.

Así, el hombre, quien explicó que guardaba su arma --siempre cargada-- en el armario de la habitación de matrimonio, insistió en que no oyó ninguna detonación "de ningún tipo" --pese a que efectuó los 14 disparos que pudo, hasta que se le acabaron las balas--, y que tampoco vio a la víctima, porque era como si estuviera ciego.