Justicia apuesta por construir una red de apoyo a los menores que viven situaciones de violencia doméstica

Actualizado: martes, 9 diciembre 2014 10:43

VALENCIA, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -

La secretaria autonómica de Gobernación y Justicia, Asunción Quinzá, ha apostado por construir una red de apoyo a los menores que sufren situaciones de violencia doméstica.

Así lo ha explicado Quinzá durante la presentación de las conclusiones de la primera fase de investigación del Proyecto Europeo UNARS, centrada en el análisis de las acciones y mecanismos de protección y resiliencia que jóvenes que viven situaciones de violencia doméstica ponen en marcha para protegerse.

La clave de la investigación es la identificación de los mecanismos que los menores ponen en marcha para protegerse: deportes, música, baile, amigos, estudio, humor, la negación o la necesidad de cuidar a los hermanos. Por este motivo, ha apuntado Quinzá, "la formación debe centrarse en el apoyo a la construcción de una red de confianza, compuesta por familiares o amigos, y en la creación de un futuro que les ofrezca la posibilidad de ver la luz al final del túnel".

Para lograrlo, ha asegurado, la ayuda "pasa por destinar más recursos a los menores que viven situaciones de violencia doméstica, una mayor coordinación entre departamentos, la adaptación de protocolos a las necesidades actuales, una mayor empatía y proactividad de los profesionales, así como la agilización de las actuaciones para que no haya demora".

Además, cree "necesario" cambiar la percepción de los menores para que dejen de ser 'invisibles' y conozcan todos los recursos a los que pueden acceder.

Las conclusiones de esta investigación se centran en la perspectiva cualitativa y van a servir para desarrollar un plan de formación encaminado a reforzar y apoyar al profesional a la hora de tratar la violencia doméstica en menores, enfatizando las técnicas para que los menores puedan afrontar estas situaciones y los profesionales puedan potenciarlas.

En este sentido, la secretaria autonómica ha asegurado que, para esta formación "hay que tener en cuenta las diferentes fases por las que pasa el menor: el reconocimiento del problema; la importancia de la denuncia, la no reproducción de conductas, que de hecho está presente en las familias de muchos de los entrevistados; y la consecución de la resiliencia, esto es, la consecución de asumir situaciones límite y sobreponerse a ellas".

Tras las entrevistas realizadas, los menores destacaban la "invisibilidad" de los jóvenes, ya que, en unos casos preguntan a sus madres --cuando es ella quien ejerce la violencia--, o simplemente hablan sobre ellos como si no estuvieran ahí. Esta postura lleva a la indefensión del menor y dificulta la creación de mecanismos de protección y la desconfianza en las instituciones.

Asimismo, las entrevistas realizadas a los profesionales concluyeron que esta "invisibilidad" del menor produce el enmascaramiento de los menores tras la madre y el hecho de que los recursos sociales estén enfocados hacia ella.

En las entrevistas a la policía, destacaban que los menores les transmitían el miedo a que no les creyeran y a las consecuencias en diferentes ámbitos: familiar, colegio, amigos, de hacer pública su situación.

Por todo ello, ha explicado Quinzá, el objetivo "es hacer esta problemática más visible, mejorar la formación de la policía local hacia el menor e incrementar la colaboración con los diferentes departamentos de la Administración".