VALENCIA, 29 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los juzgados 6 y 16 de Valencia y el 2 de Mislata han condenado al pago de multas por intrusismo profesional a tres falsos odontólogos que trataban a pacientes en varios locales de estas poblaciones cuando no estaban titulados para ello, según ha informado en un comunicado el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Valencia (ICOEV).
Según ha explicado la entidad, la primera falsa dentista, D. fue descubierta mientras examinaba bocas y prescribía tratamientos en un taller dental situado en la calle Escalante del barrio de El Cabanyal de Valencia. En este caso, la ahora condenada, D.C.C., era técnico de prótesis dental, una titulación que, según ha subrayado, "en ningún caso permite tratar pacientes sino fabricar prótesis".
El segundo falso dentista, condenado por el juzgado número 16 de Valencia igualmente por intrusismo, operaba en un laboratorio dental ubicado en la avenida Pérez Galdós de la capital. En este caso, J.M.M., protésico dental de profesión, atendía a pacientes en el local.
La tercera condena, impuesta por el juzgado 2 de Mislata, recayó sobre P.A.V.T., descubierto en circunstancias similares a los anteriores en un taller en la calle San Antonio de Mislata. Los tres casos fueron descubiertos y denunciados por el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Valencia, institución que los puso en conocimiento de los tribunales mediante querellas ya que el ICOEV entiende que con estas actuaciones "se pone en serio riesgo la salud de todos los valencianos".
El presidente del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Valencia (ICOEV), Enrique Llobell, ha subrayado que el intrusismo profesional "es un delito del Código Penal por lo que cualquier intruso que manipule la boca de un paciente sin estar titulado para ello se expone a una sentencia penal y sus consecuencias".
Las sentencias --que se han dictado en los últimos cinco meses-- condenan a los tres falsos dentistas a penas de multa que ascienden a 1.260, 600 y 480 euros, respectivamente. Enrique Llobell ha recomendado a la ciudadanía "corroborar que el profesional que presta la atención bucodental es un dentista colegiado dado que lo contrario además de ser delito implica un serio riesgo para la salud del paciente".
