Mallent queda imputada tras no aclarar la ausencia de un informe jurídico en el contrato de Nóos con Cacsa

Actualizado: lunes, 14 mayo 2012 19:15

VALENCIA, 14 May. (EUROPA PRESS) -

La que fuera técnica del departamento jurídico en 2004 y posteriormente máxima responsable de esta sección en la Ciudad de las Artes y las Ciencias (Cacsa), María Ángeles Mallent, ha quedado imputada por el juez que instruye la pieza separada número 25 del caso Palma Arena, José Castro, después de que Mallent no haya aclarado este lunes la ausencia de un informe jurídico sobre el contrato que se firmó entre Cacsa y el Instituto Nóos, que dirigía Iñaki Urdangarin, en 2004.

Mallent ha sido imputada por un supuesto delito de prevaricación al no realizar un informe jurídico sobre el convenio que se firmó entre ambas entidades. El Ministerio Fiscal ha solicitado este lunes la imputación porque no se hizo ningún tipo de informe jurídico, "ni sobre la necesidad y utilidad pública de la contratación, ni sobre el procedimiento a seguir para poder contratar", lo que considera necesario.

La trabajadora de Cacsa ya reconoció el pasado 2 de diciembre, en su declaración ante responsables del Grupo de Delicuencia Económica, que el "área jurídica se limitó a confeccionar un convenio ya pormenorizado en detalles" y que "no se emitió ningún informe de carácter jurídico que les responsabilizara".

Mallent declaró el pasado mes de diciembre que "sí que se hizo algún informe técnico en relación a los convenios por parte de la que era responsable de gestión, Elisa Maldonado". En aquel momento, la policía judicial le recordó que aquel informe técnico de 2004 "se hizo en 2005 para 'vestir al santo'".

Lo que sí que reconoció en diciembre fue que fue ella fue la que redactó el convenio entre el Instituto Nóos y Cacsa en 2004 "siguiendo las directrices de su director general, José Manuel Aguilar". Él fue, según su declaración, el que le indicó "con todo detalle cómo debía redactarse aquel convenio".

Mallent recordó que tanto "las bases, como el precio y las directrices del convenio, venían impuestas con todo detalle y no había margen para establecer ninguna modificación". Tanto ella como sus compañeros se "limitaban a transcribir lo que les ordenaba el director general", según recoge su testimonio del pasado mes de diciembre.