Más de una veintena de robots de la Campus Party toman el Museo Príncipe Felipe de Valencia

Actualizado: sábado, 2 agosto 2008 19:56
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   VALENCIA, 2 Ago. (EUROPA PRESS) -

   Más de una veintena de robots inundaron hoy una de las salas del Museo Príncipe Felipe de Valencia con motivo del Día de la Robótica, organizado por la Campus Party celebrada en la capital del Túria desde el pasado lunes hasta este domingo.

   Desde microrobots hasta humanoides que alcanzan el metro y medio de altura, pasando por carreras de velocistas; el asombro y la diversión estaban asegurados en una jornada donde la tecnología fue la protagonista absoluta.

   Al entrar a la sala, una mujer con rasgos asiáticos sonrió al público y contesta a las preguntas de los más curiosos. Hasta ahí, todo sería normal, a no ser porque en realidad se trataba de un robot japonés con aspecto humano, que es capaz de reconocer la voz y de hacer demostraciones.

   En uno de los 14 estands se encontraba un robot terapéutico con forma de foca blanca que está pensado para personas con disfunción mental, como puede ser el alzheimer o el autismo. Este 'peluche', también inventado en Japón, es capaz de generar un vínculo afectivo con la persona porque puede aprender mediante unos sensores.

  Además, se presentó un proyecto de integración de periféricos de realidad virtual, que destaca por ser muy intuitivo, por lo que se puede emplear para que el aparato entre en zonas de radiación, altamente peligrosas para las personas.

   No obstante, uno de los robots que a más visitantes reunió a su alrededor es el humanoide Reem-B, fabricado íntegramente en España, pero de financiación árabe. Se trata de un proyecto de investigación de alto nivel que mide un metro y 50 centímetros, es capaz de sentarse y de caminar.

  Al respecto, el director del proyecto, Davide Faconti, explicó que es el robot más fuerte del mundo pues, a pesar de pesar 60 kilos, levanta 14, mientras que hasta su creación, lo máximo alcanzado eran dos kilos. Este humanoide, además, tiene capacidad para reconocer la cara de las personas, y puede orientarse en un piso o en una oficina. Todas ellas, características únicas de este robot.

   Al pasear por la sala, era importante mantenerse alerta para no pisar a uno de los robots que se desplazaban a sus anchas. Dos de estos bípedos que caminaban, que pertenecían a Juguetrónica, se movían al ritmo de la música como un bailarín más.

   Esta empresa también mostró un pequeño robot de telepresencia que emulaba al mítico R2D2 de 'Star Wars', aunque más pequeño, cuyos movimientos pueden ser controlados a través de Internet, y que, por el mismo sistema y gracias a una pequeña cámara, permite que a miles de kilómetros de distancia, se vea lo que 'observa' el robot en esos momentos. Esta cualidad hace que, a pesar de su apariencia de juguete, se convierta en una autentica cámara de vigilancia.

   En la muestra, tampoco faltaron los robots que buscan la seguridad humana, como los que pertenecen a los Cedacs, máquinas distinguidas porque son capaces de desactivar explosivos. Un miembro del centro internacional de desminado de la Academia de Ingenieros del Ejército español aseguró que, en estos momentos, hay ejemplares como el de la exposición en Afganistán, Líbano y Kosovo.

INGENIEROS UNIVERISTARIOS

   Muchos de los jóvenes que presentaban sus proyectos son todavía estudiantes universitarios. Es el caso de los alumnos de la Universidad Jaume I de Castellón, que mostraron a Ceabot, capaz de subir escaleras y de moverse en un entorno con obstáculos.

   Asimismo, los estudiantes de Telecomunicaciones de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid explicaron hoy en Valencia su proyecto que consiste en el control de un coche a través de un ordenador mediante el sistema wifi.

   La exposición estaba pensada tanto para público adulto, como infantil, ya que también había talleres para construir y programar robots, donde podían participar niños desde los ocho años.