Miles de personas rinden homenaje a la Virgen de los Desamparados en la primera salida de su imagen original

Salida de la imagen original de la Virgen de los Desamparados
J.PEIRÓ/AVAN
Actualizado: sábado, 5 abril 2014 14:44

VALENCIA, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -

Miles de personas han rendido homenaje este sábado a la patrona de Valencia, la Virgen de los Desamparados, cuya imagen original del siglo XV ha salido por primera vez de su Basílica desde 1961.

La Plaza de la Virgen se encontraba abarrotada desde las 10.30 horas, una hora antes de la salida de la imagen en su anda, que ha sido portada por sacerdotes diocesanos, ha informado el Arzobispado en un comunicado.

La imagen original ha sido bajada de su camarín a las 7 de la mañana y, para ello, ha sido necesario instalar un andamio y retirarle momentáneamente, por razones de espacio, la corona y la aureola, que le han sido repuestas en la nave central del templo antes de su salida.

La talla lucía el manto del capellán Mata, del siglo XIX, que se le colocó el día en que fue bendecida su restauración por el arzobispo, monseñor Carlos Osoro.

En el instante de la salida por la puerta de bronce de la Basílica han volteado las campanas del Miguelete mientas la multitud de personas aclamaba a la patrona, ovacionándola y con vítores.

Tras la predicación por el arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, sobre el Magníficat, más de un centenar de sacerdotes se han distribuido por la Plaza para confesar a los fieles que lo deseasen durante el rezo del rosario.

A su término, se ha abierto un pasillo central en el que miles de personas han podido pasar durante media hora en fila de cuatro junto a la imagen original para verla de cerca. El Arzobispo ha permanecido a su lado, al igual que el rector de la Basílica, Juan Bautista Antón, y han acercado a la imagen a niños pequeños o, incluso, fotos, que les daban los fieles para que pudieran pasarlas por el manto.

Finalmente, a las 13.40, la imagen ha sido llevada de nuevo a la Basílica de la Virgen, entrando por la puerta de bronce. Una vez en el interior, y antes de ser colocada de nuevo en el camarín, el arzobispo de Valencia y los sacerdotes han rezado una salve final.