El novelista valenciano David Ballester revisa los 80 con ojos de monje budista en 'Zen en Las Vegas'

David Ballester
David Ballester - REMITIDA DAVID BALLESTER

   VALNCIA, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -

   El novelista valenciano David Ballester revisa la década de los años ochenta a través de los ojos de un monje budista --inspirado en su propio padre-- en 'Zen en Las Vegas', una obra "tan divertida como surrealista" que reflexiona sobre la crisis existencial del ser humano.

   Ballester (Valncia, 1972) acaba de publicar la historia en Click, la editorial digital de Planeta, y en breve aparecerá en formato papel en Universo de Letras.

   Hasta 281 veces sale la palabra zen, pero no es un libro de autoayuda o sobre esta filosofía. Más bien al contrario, cada vez que se lee 'zen' se puede leer 'caos': caos vital, emocional, crisis existencial, porque 'Zen en Las Vegas' versa sobre eso: sobre la crisis existencial del ser humano.

   Para ello, el autor toma como materia prima su propia vida, en un divertido ejercicio de autoficción. De este modo, se despliegan dos crisis en paralelo: la de un adolescente valenciano en los años ochenta y la de su padre que se convierte al budismo y es nombrado monje, que se unen en un relato de poso costumbrista, en el que Ballester vuelve a su particular Macondo, la comarca aragonesa del Vallecico, que ya fue escenario de su primera novela, 'Maldita Reliquia'.

   A partir de la vivencia real de su padre, que fue monje budista, y de su propia experiencia, Ballester ha creado una ficción en la que todo se confunde para construir al final una gran mentira que quiere ser verdad.

   "Más que autobiografía, me gusta mejor hablar de un pacto ambiguo y aparentemente contradictorio entre la novela y la autobiografía. La identidad real y la narrativa se confunden, complementan y se reinventan hasta hacer que el propio autor se pregunta quién es y qué es verdadero, en un ejercicio más creativo que terapéutico", asegura.

   Como telón de fondo, el libro realiza un recorrido por los fantasmas de la España de los ochenta, plagado de personajes entre lo estrambótico y lo berlanguiano, con burdeles, alcaldes, un Las Vegas en una provincia aragonesa y, por supuesto, monjes budistas. Ballester explica que ha querido contar con "la libertad" de su inconsciente y "convertir las trampas y deformidades de la memoria en un relato".

   Ballester, que asegura no saber nada sobre el zen --"soy un pésimo alumno", confiesa-- comenta que la novela ha sido muy bien recibida por su familia, especialmente por su padre, que inspira el personaje central de la narración. "Si digo que la novela está inspirada en hechos reales, no miento, pero tampoco digo la verdad. Mi familia comparte conmigo este juego", asevera.

   Por otra parte, Ballester reflexiona sobre el hecho de que en la actualidad "vivimos confinados físicamente y, sin embargo, somos navegantes sin cuerpo sobre el fluido invisible de internet".

"NAVEGANTES HACIA UN NAUFRAGIO"

   Un mar virtual que está "infectado de noticias falsas y avatares tóxicos, donde los muertos se han convertido en estadísticas y el lenguaje estadístico en la lengua universal de un mundo inundado de datos; somos navegantes hacia un naufragio", apunta.

   Para el novelista valenciano, "estamos escribiendo la gran novela de este siglo, donde hay héroes y un gran villano". "En un futuro seremos nuestro relato, nuestra autoficción", sentencia.