VALNCIA, 25 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un juzgado de Xtiva (Valencia) ha condenado a una mujer a pagar una multa de 3.650 euros por hacer de podóloga desde su domicilio sin la titulación correspondiente. Se trata de la primera condena en este ámbito en 2021 que se suma a las tres logradas en 2020.
El caso parte de una querella interpuesta por el Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunitat Valenciana (ICOPCV) contra la condenada, que ofrecía en el salón de su casa, situada en Xtiva, servicios propios de la profesión de Podología sin tener el título.
La mujer insistía en que únicamente realizaba labores de estética en los pies tales como pedicuras, "aunque esto no fue así", ha informado el ICOPV. Sus actividades consistían en eliminación de durezas y, en especial, de un heloma --conocido vulgarmente como ojo de pollo--, empleando para ello un micromotor con fresa y un bisturí; de modo que realizó un diagnóstico y tratamiento tras la oportuna exploración de los pies y anamnesis del paciente con utilización de material cortopunzante como bisturí y torno.
Además, el local donde la acusada desarrolló sus actuaciones carecía de cualquier tipo de autorización sanitaria, gestión de residuos, protocolo o medios de esterilización de material y utensilios empleados, tal y como se exige para este tipo de actividad.
El ICOPCV contrató un equipo de detectives que pudieron acreditar esta actividad ilícita, al menos, desde 2017. Así, el juez le ha condenado por intrusismo y deberá pagar una multa de 3.650 euros más las costas procesales.
"Comenzamos el año con una nueva condena por intrusismo profesional en la Podología", ha afirmado la presidenta del Colegio, Maite García, que ha añadido que la proliferación de esta práctica en el ámbito sanitario es "inadmisible": "Nadie podría pensar que algo así pudiera ser tan frecuente en otras profesiones relacionadas con la sanidad. Esto pone de manifiesto la falta de apoyo de la Conselleria de Sanidad para combatir una práctica que pone en jaque la salud de muchas personas", ha subrayado.
El ICOPCV comenzó en 2017 un intenso proceso de acciones legales para combatir el hecho de que personas no tituladas ejerzan las funciones de podólogo, como pueden ser realizar estudios de la pisada o tratar alteraciones de la salud de los pies.
Desde el Colegio se ha recordado que esto es un delito de intrusismo en su profesión y para ejercer esta tarea es necesaria una titulación de grado en la Universidad.
En el último año y medio se han impuesto tres condenas por intrusismo en la Podología, dos de ellas en la localidad de Ontinyent y una en Alfafar. Desde el ICOPCV se ha asegurado que continuarán denunciando todos aquellos casos de los que sean conocedores como medida de protección tanto para los pacientes como de la propia profesión.
