El presidente de la Audiencia Provincial apuesta por la educación del menor sin cambiar la ley, "ya represiva"

Actualizado: domingo, 7 febrero 2010 14:00

Recuerda como su caso más duro el cuádruple parricidio en Tuéjar y afirma que el juez escucha "con la cabeza fría" a quien tiene delante

VALENCIA, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -

El presidente en funciones de la Audiencia Provincial de Valencia, Pedro Castellano, apuesta firmemente por fomentar la educación del menor, "ante los mensajes negativos que recibe y que le incitan a la violencia", sin necesidad de cambiar la ley, puesto que, a su juicio, es "suficientemente represora". "Las leyes castigan, como siempre, pero lo que ha cambiado es la educación".

Así se pronunció Castellano en una entrevista concedida a Europa Press, en la que hizo un balance de sus 10 años al frente de la Audiencia Provincial, cuando fue nombrado en julio de 1999. Ahora, Pedro Castellano se ha presentado como candidato a la presidencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), y su cargo actual será ocupado por la magistrada Carmen Llombart.

Castellano explicó que las leyes "son ya suficientemente represoras como para intimidar a cualquiera", por lo que ante el aumento de delitos y de delincuentes menores, "hay un problema, que es la educación". Por este motivo, abogó por "fomentar la educación en la escuela y en casa, y por controlar el contenido de los mensajes que se reciben a través de los medios de comunicación".

En este sentido, lamentó que la corta edad de los menores en cometer los delitos es "una consecuencia social", fruto de la mayor autonomía y capacidad de decisión que poseen, y de su incorporación al mundo del consumo "con toda su intensidad". Así, han perdido, en muchos casos, esa capacidad de autocontrol y de respeto hacia otras personas, hacia "determinados convencionalismos sociales que ayudaban al desarrollo social".

Respecto al incremento del número de delitos en general, explicó que la sociedad actual "no ayuda a reprimir la agresividad que todos tenemos, en mayor o menor medida, de forma natural", sino "todo lo contrario". Puso como ejemplos los mensajes televisivos, que "estimulan la exteriorización de la parte negativa de cada uno, que comienza con la agresividad verbal y puede terminar de forma cruenta".

Criticó que existan programas en los medios de comunicación en los que "se insulte y no se deje de discutir", algo que "se ha sacado como modelo". Este hecho, sin quererlo, supone "un estímulo enorme" para la gente. Así, "la exteriorización de los sentimientos negativos, la pérdida de valores y el respeto hacia el otro ha desembocado en que haya más delitos".

Ante esta situación, al ser preguntado si veía conveniente instaurar la cadena perpetua en España, indicó que es un debate que "se puede plantear en cualquier momento" porque constitucionalmente "es factible", siempre que quede abierta a revisión cuando se aprecie rehabilitación del condenado. No obstante, matizó que con las penas actuales recogidas en el Código Penal, los efectos de prevención general y especial "ya quedan perfectamente satisfechos".

Por otro lado, preguntado por si consideraba que la justicia está politizada, indicó que la justicia entendida como la aplicación del derecho que hacen los jueces en cada caso concreto "no está politizada en absoluto". Sin embargo, comprendía que los ciudadanos estuvieran "descontentos" ya no sólo por pensar en esta opción, sino porque muchas veces tienen que esperar tiempo a que se resuelvan sus quejas.

Respecto a las últimas reivindicaciones de jueces, abogados y sindicatos ante la falta de medios humanos y materiales en la Justicia, indicó que esta peticiones "son consecuencia del estado de funcionamiento de los órganos judiciales, y todas ellas son necesarias en sentido complementario". En su opinión, "hacen falta más órganos, una simplificación de los trámites procesales y una revisión de las competencias judiciales para que sólo se hagan cargo de las más complejas de resolver".

Además, cualquier otra idea como la conciliación o mediación "siempre es bien recibida". Sin embargo, puntualizó que "hay que ser muy selectivo porque la solución al exceso de trabajo no puede ser la eliminación del trabajo que constitucionalmente nos corresponde llevar a cabo". "El ciudadano tiene que seguir viendo que es el Poder Judicial el encargado de solucionar sus conflictos", apostilló.

"DEJO UN TRIBUNAL QUE FUNCIONA"

Pedro Castellano se mostró "muy satisfecho" por sus 10 años al frente de la Audiencia Provincial de Valencia, y aseguró que dejaba un tribunal "que funciona", algo que "no es poco para los tiempos que corren", dijo. A pesar de ser uno de los tribunales más complejos de España, "resuelve dentro de los plazos más próximos que hay en el panorama".

A lo largo de este periodo, comentó que también ha vivido momentos "de cierto agobio" por el volumen de trabajo en la jurisdicción, y al tener que compaginarlo con las labores de gestión de la Presidencia. Esto, según dijo, le ha obligado "muchos fines de semana" a tener que dedicarlos a la resolución de sentencias o autos.

Preguntado por el caso que más le ha marcado, respondió que fue el cuádruple parricidio de Tuéjar (Valencia), en 2001, cuando un padre mató a su mujer y a sus tres hijos tras una discusión. El juicio contra este hombre se celebró por jurado popular, y señaló que tiene un recuerdo "imborrable" de la foto de uno de sus hijos, el menor de 5 años, que se despertó cuando su padre le estaba apuñalando y le preguntó: "qué pasa?". "Era impresionante, estaba en la cama, durmiendo...".

Ante este tipo de casos, explicó que es "duro" no dejarte llevar por los sentimientos, aunque "no difícil", porque "somos profesionales y llevamos ya mucho tiempo viendo este tipo de asuntos de complejidad jurídica". "Llega un momento en que sabes perfectamente reprimir tus emociones y enjuiciar con la cabeza fría, valorando siempre con objetividad lo que tienes delante y defendiendo los derechos de todo el mundo, incluyendo los del acusado".