VALENCIA, 11 Oct. (EUROPA PRESS) -
El grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Valencia exigió hoy al consistorio que garantice la seguridad de los espectadores del Open 500 de Tenis, que se celebrará a final de octubre y principios de noviembre en el edificio Ágora de la Ciutats de les Arts i de les Ciències, a pesar de que no han finalizado las obras de construcción.
La concejala Mercedes Caballero recordó que los socialistas valencianos ya habían alertado de la posibilidad de que el edificio no estuviera concluido para la celebración de la competición, "extremo negado reiteradamente por el Partido Popular que ahora se revela cierto al conocerse que el retraso impedirá colocar las alas, una estructura móvil superior destinada graduar la entrada de luz natural", indicó la edil del PSPV.
"Como ya advertimos, las obras del Ágora no estarán totalmente finalizadas para la celebración del Open. El PP lo negó y ahora quiere vender que todo estará a tiempo, cuando la realidad es que la construcción no habrá acabado", afirmó Caballero, quien exigió que el equipo de gobierno "garantice la seguridad de los 5.000 espectadores que se esperan en la competición".
Asimismo, denunció que, de momento, el inmueble "no ha pasado las revisiones e inspecciones técnicas pertinentes" y preguntó al consistorio si el edificio "pasará, al menos, la inspección del Cuerpo Municipal de Bomberos antes de su apertura".
La representante socialista recordó que el pasado mes de junio, y ante el "visible retraso" que acumulaba las obras, el grupo municipal instó al equipo de gobierno a buscar emplazamientos alternativos en los que la seguridad sí que estuviese garantizada.
En su momento, Caballero propuso el velódromo Luis Puig, renovado con motivo del Campeonato del Mundo de Atletismo en Pista Cubierta; el pabellón de la Fuente de San Luis, en cuya climatización ha invertido el Gobierno 1.492.938 euros a través del Fondo Zapatero; o la Plaza de Toros, como broche a su 150 aniversario.
"El Partido Popular hizo caso omiso de nuestras recomendaciones y ahora se ven las consecuencias. El gobierno municipal va a permitir la apertura de un edificio que todavía no ha pasado la inspección de bomberos y que ni siquiera ha sido recepcionado", lamentó Caballero, quien alertó sobre la posibilidad de que se repita el caso del puente de l'Assut de l'Or, puesto temporalmente en servicio antes de la finalización de las obras.
"El balance, de momento, son 90 millones de gasto en la construcción de un edificio utilizado sólo para una semana de tenis y que ni siquiera está terminado", concluyó.
