VALÈNCIA, 13 Mar. (EUROPA PRESS) -
El IVAM repasa la revolucionaria transformación que el artista ruso Alexander Ródchenko logró acometer en el mundo de la fotografía y diseño gráfico con su radical concepción del espacio y de las técnicas del fotomontaje a través de una selección de más de 100 obras que se exhibirán hasta el próximo 26 de agosto.
El director del IVAM, José Miguel Cortés, y los comisarios Joan Ramon Escrivà e Irene Bonilla han presentado este martes la exposición 'Caso de estudio. Ródchenko' y la muestra documental 'Un futuro en construcción, El libro soviético' que repasa la trayectoria de este artista "esencial" para entender el siglo XX desde que abrazó el constructivismo.
Al respecto, Cortés ha apuntado que en la historia del arte ha habido grandes figuras pero que hay unos pocos personajes cuyo trabajo es "básico para entender los cambios y el mundo" y Ródchenko "es uno de ellos". "Hoy no veríamos las cosas como las vemos y la forma de entender el mundo por su captación del espacio diferente", ha señalado.
El centenar de obras, entre libros, fotos y revistas de la época, proceden de la Colección del IVAM, de la Biblioteca del MNCARS y un importante préstamo del Archivo Lafuente de Santander.
Esta muestra coincide con el 97 aniversario de la creación del movimiento constructivismo, un 18 de marzo de 1921, integrado por un colectivo de artistas revolucionarios marxistas que "abandonaron la pintura de caballete" y "un lenguaje pictórico caduco y desfasado como parte de la una sociedad burguesa" contra la que había que acabar para abrir "un nuevo periodo de esplendor y cambiar el concepto del arte y del artista".
El comisario ha explicado que la exposición se ha organizado entorno a varios capítulos. El primero arranca con la portada que Ródchenko diseñó para el libro 'Pro eto', un poema de Mayakovsky, que se convirtió en la primera obra de poesía de la historia ilustrada con la técnica del fotomontaje.
A continuación se exhiben "las emblemáticas fotografías" de Ródchenko en las que se plasma una nueva "forma de entender el mundo" gracias a sus investigaciones espaciales como sus famosas instantáneas en escorzo o sus conocidas imágenes de edificios en picado y contrapicado. El radicalismo de los encuadres de estas fotografías incluso le granjearon "ataques" de sus propios compañeros de vanguardia que les causaron una depresión.
Asimismo, se rinde tributo a sus aportaciones en la revista LEF ya que no solo fue el encargado de compilar fotografía para ilustrar los artículos sobre cine, literatura y arte de vanguardia, sino también de resolver todos los aspectos técnicos en cada ejemplar. Con todo, su contribución principal fue el diseño de sus portadas en los que impulsaría la aplicación de los principios del constructivismo.
REALISMO SOCIALISTA
No obstante, con la llegada de Stalin al poder y sus purgas de las corrientes vanguardistas Ródchenko, al igual que el resto de artistas, tuvo que embarcarse en "un gran esfuerzo de adaptación" a partir de 1932 al realismo socialista que exigía el nuevo líder de la URSS. "O adaptación, o exilio o exterminio", ha recordado.
Este proceso de adaptación se plasma en un gran panel con 18 ejemplares que Ródchenkol y su mujer, la artista Varvara Stepánoca, diseñaron para la revista propagandística 'URSS en construcción' impulsada por el dictador en los años 30 para publicitar los logros quinquenales frente a la crisis del mundo occidental tras el crack del 29.
En ellas se observa cómo su fotografía había evolucionado a la práctica de la fotografía documental y al fotorreportaje al servicio del régimen estalinista pero que aún conservan recursos propios de la composición de vanguardias.
'UN LIBRO EN CONSTRUCCIÓN'
La exposición se completa con una selección de cincuenta joyas del diseño soviético de la Colección del IVAM para contextualizar la muestra de Ródchenko en la Sala de la biblioteca .
La muestra, comisariada por Irene Bonilla y Escrivà, se centra en un conjunto de libros y revistas realizadas en la década de los años veinte y principios de los treinta en la URSS , máximo esplendor de la vanguardia constructivista y su programa de transformación cultural.
Así, Escrivà ha explicado que el libro deja de ser considerado como "algo lineal" para convertirse en "un punto de batalla en la concepción del espacio". "Los libros no son solo para leer sino para ver y se presentan como una estrategia más de transformación", ha apostillado.
