Foto: Europa Press
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Agradece a los empresarios que reivindiquen más financiación, pero señala que lo tienen que hacer los políticos
VALENCIA, 24 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Diputación de Valencia y del PP provincial, Alfonso Rus, ha señalado este jueves que si el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, no quiere recibir al jefe de la Generalitat, Alberto Fabra, y a los empresarios "no pasa nada, que nos mande el talón". "Lo que tiene que dar es dinero, no citas", ha manifestado Rus, quien ha asegurado que Montoro "es ministro gracias a la Comunitat".
Alfonso Rus se ha expresado en estos términos en un encuentro informativo, al ser preguntado por la reunión que los empresarios y Fabra han solicitado a Montoro para reclamar más financiación e inversiones.
Al respecto, ha indicado que "si los empresarios trabajan y funcionan, crearán puestos de trabajo y la cosa irá mejor", pero considera que "no hace falta que --la financiación-- la pidan los empresarios, que se lo agradezco totalmente, lo tienen que pedir los políticos y si son del mismo partido, aún más".
También ha sido inquirido por las balanzas fiscales --que reflejan que la Comunitat presenta un déficit fiscal de 2.018 millones--, así como por el hecho de que el Ejecutivo central haya llamado "beligerante" al Consell por reivindicar un cambio del modelo o de financiación.
El presidente provincial ha respondido que él lleva diez años "siendo beligerante", lo que, a su juicio, supone "demandar lo que es nuestro". Al respecto, ha indicado que el PP valenciano pedía al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, financiación para un millón más de habitantes que no estaban contabilizados. "Esto según decían, suponía 1.500 millones de euros, y ahora se ha demostrado que son 2.000", manifestado.
"Antes el gobierno del señor Zapatero no nos hacía caso y ahora, tampoco, pero si se reivindicaba antes, habrá que reivindicar ahora igual", ha manifestado. Asimismo, ha indicado que el Ejecutivo de Fabra "ha intentado por otros cauces, sin alzar la voz, ir a Madrid, hablar e intentar convencerles, pero al final se ha tenido que alzar la voz".
"HAY QUE REIVINDICAR LA DEUDA HISTÓRICA
Para Rus, "pedir lo que es de uno no es ser beligerante, y ha resaltado que el "papel" de la Comunitat debe ser "pedir lo nuestro". "Hay que pedir lo que nos toca y reivindicar la deuda histórica", ya que, al respecto, ha apuntado que si en los últimos diez años nos hubiera dado los 2.000 millones que nos tocan, ahora deberíamos menos que ninguna comunidad de España".
Ha señalado que antes se decía que la Comunitat Valenciana era "el milagro europeo" y ahora que es "el desastre europeo", pero cree que ni una cosa, ni la otra. A su juicio, esta autonomía "tiene capacidad de funcionar, siempre que nos den lo nuestro". Asimismo, ha criticado que "nunca" ha oído a los socialistas valencianos, cuando gobiernan en Madrid, "exigir nada a su Gobierno".
"El presidente y los consellers son ahora beligerantes, antes era yo el palleter", ha dicho Rus, quien ha aseverado que "el palleter sigue haciendo lo mismo y pedir siempre lo que nos corresponda, gobierne el PP o gobierne el PSOE". "Antes estaba yo solo, ahora detrás tengo un coro", ha apostillado.
PLAN DE EMPLEO
Preguntado por el plan de empleo conjunto, ha explicado que está financiado por la Generalitat, los ayuntamientos y la Diputación y que se prestará "rápidamente". Al respecto, ha puntualizado que en dos meses podrían entrar a trabajar unas 6.500 personas y, además, el año que viene se hará "un plan más extenso".
Ha indicado que los 'populares' "cogimos un país arruinado, sin credibilidad y sin ningún rigor", y ha asegurado que "el único partido en España que habría podido hacer esta recuperación ese el PP".
Respeto a los ajustes, ha indicado que "había que hacerlos, como se hacen en las familias", aunque h echado en falta más "explicaciones" a los ciudadanos. "Pero quitando eso, las cosas se están haciendo bastante bien". Rus ha subrayado que "la recuperación será, pero "aún no llega".
A nivel nacional, el presidente de la Diputación ha propuesto una inversión del Gobierno en infraestructuras, por 30.000 millones de euros en tres años, lo que permitiría "que entraran rápidamente a trabajar un millón de personas, y sin endeudar al país".
