Sáez Merino reduce sus despidos de 654 a 574 al optar por no cerrar su planta de Daimiel (Ciudad Real)

Actualizado: jueves, 6 abril 2006 22:46

VALENCIA, 6 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Grupo Sáez Merino ha modificado a la baja el alcance del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que desde el pasado mes de marzo negocia con los sindicatos, al plantear una reducción del 12 por ciento sobre el número de despidos inicialmente propuestos. Esta mejora permitiría la salvación de 80 empleos, por lo que el número final de despidos se reduciría de 654 a 574, según informaron fuentes de este grupo empresarial.

De este modo, la nueva propuesta evita el cierre de todas las plantas de producción industrial que al Grupo Sáez Merino le quedaban activas en España, tal y como se contempló inicialmente, "ante la total imposibilidad de competir en costes con la industria textil de China y otros países de mano de obra barata". En contra de lo inicialmente previsto, la fábrica de Daimiel (Ciudad Real) se mantendría abierta para producir modelos de pequeña tirada y, sobre todo, para la confección de los muestrarios de temporada.

La elección de Daimiel respecto al resto de plantas que se clausuran --Cheste, Segorbe y la actividad industrial de Benaguacil-- "responde a criterios estrictamente técnicos y económicos de producción", apuntaron las citadas fuentes.

Sáez Merino sostiene que la factoría de Daimiel realiza el proceso completo de producción a partir del corte, lo que permite reducir en dos semanas los plazos de entrega, algo fundamental tanto en la producción de los muestrarios de temporada como en el suministro al comercio de pequeñas tiradas.

Por su parte, el mantenimiento de esta actividad en las instalaciones industriales de la planta valenciana de Benaguacil, proyectada como futura sede única administrativa, creativa y comercial del grupo, "no es posible por problemas relacionados con la actividad de lavandería". Esta planta, a diferencia de la de Daimiel, "carece de agua suficiente, de instalaciones de protección medioambiental y de personal cualificado para asumir esta fase final del proceso de producción industrial", señalaron.

Para el grupo, estas "mejoras" en las condiciones iniciales del ERE "responden al compromiso adquirido por la dirección de Sáez Merino con la representación sindical de mantener, en la medida de lo económicamente viable, parte de la producción industrial propia del grupo textil valenciano".

Indicaron que, tras asumir pérdidas constantes desde 2004 que este año desembocaron en el concurso de acreedores --antigua suspensión de pagos--, el Grupo Sáez Merino "ha diseñado un plan de continuidad como empresa diseñadora, comercializadora y distribuidora de sus cuatro marcas de ropa (Lois, Cimarrón, Caroche y Caster), adquiriendo, en cambio, la producción industrial a países de bajo coste, tal y como hacen desde hace tiempo las grandes firmas internacionales con las que compite", concluyeron.