VALENCIA, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Conselleria de Economía, Hacienda y Empleo, a través del Servicio Valenciano de Empleo y Formación (Servef), destinará este año más de 56,7 millones de euros a acciones formativas que hagan frente al desempleo en la Comunitat Valenciana, según informó la Generalitat en un comunicado.
Este presupuesto supone tres millones de euros más que el destinado inicialmente en 2009, centrado en la vía 1 de programación, que subvenciona la formación a través de los centros homologados.
El Diario Oficial de la Comunitat Valenciana (DOCV) ha publicado esta semana la Orden de la Conselleria de Economía por la que se regulan y convocan subvenciones para la realización de acciones formativas dirigidas prioritariamente a los trabajadores desempleados durante 2010.
El secretario autonómico de Empleo, Luis Lobón, indicó que estas ayudas "son la mejor respuesta del Consell para paliar los efectos de la crisis en el mercado de trabajo de la Comunitat, un apoyo destinado a mejorar la empleabilidad y al enriquecimiento del capital humano".
Lobón subrayó que estas actuaciones "persiguen la inserción laboral de las personas desempleadas y, a su vez, que los parados adquieran una formación acorde a los cambios constantes del entorno productivo".
Estas ayudas, que se dirigen prioritariamente a la formación de personas que se encuentran en situación de desempleo, permiten también la participación de trabajadores ocupados. De esta forma, "se rompe la separación entre formación ocupacional y continua para desarrollar una formación para el empleo con el objetivo de mejorar la cualificación profesional en la Comunitat", según el secretario autonómico.
Durante el pasado ejercicio, se financiaron 1.753 acciones que posibilitaron la formación de un total de 25.923 personas. De las diferentes vías de programación, destacan los 111 cursos con un compromiso de contratación de, al menos el 60 por ciento de los alumnos, en los que participaron 1.642 personas desempleadas.
Los trabajadores desempleados deberán suponer al menos el 60 por ciento del total de participantes, además de tener preferencia para ser seleccionados como alumnos aquellos trabajadores desempleados que cumplan el perfil requerido. A su vez, se consideran colectivos prioritarios a efectos de su participación en los cursos las personas con discapacidad, mujeres y trabajadores con baja cualificación.
Los cursos constarán de una parte teórico-práctica y, además, podrán incluir, con carácter voluntario para la entidad organizadora, prácticas no laborales en un contexto real de trabajo. Los objetivos de las prácticas son, entre otros, facilitar la inserción laboral, complementar la competencia profesional del alumno, acreditar esa competencia en situaciones reales de producción y adquirir el conocimiento de la organización productiva correspondiente al perfil profesional.
Podrán beneficiarse de estas subvenciones las empresas públicas o privadas, las entidades locales, las organizaciones empresariales, las organizaciones sindicales, entidades sin ánimo de lucro, y los Centros Integrados Públicos de Formación Profesional.
