ALICANTE, 1 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil de Alicante ha detenido, en el marco de la operación Campsol contra el tráfico de drogas, a siete hombres y se ha incautado, en tres fases diferentes del operativo, de 4.500 plantas de marihuana, 15 kilos de cogollos, 13 gramos de heroína y tres litros de aceite y resina de hachís.
A los detenidos, según la Comandancia provincial, se les atribuyen cinco delitos contra la salud pública, cuatro delitos de defraudación de fluido eléctrico y un delito de asociación ilícita. Todos los detenidos han ingresado en prisión provisional sin fianza.
Los agentes han desarticulado esa supuesta organización criminal formada por dos españoles, dos búlgaros, dos holandeses y una persona de nacionalidad ucraniana y que supuestamente se dedicada al cultivo y venta de marihuana a gran escala.
A lo largo de la operación, iniciada en el mes de marzo de este año y llevada a cabo en tres fases diferentes, se han desmantelado cuatro cultivos de marihuana, en Sant Vicent del Raspeig, El Moralet (Alicante) y Agost y un laboratorio de resina y aceite de hachís en Los Alcázares (Murcia).
La primera fase se inició en Sant Vicent del Raspeig, en la que se aprehendieron 1.500 plantas de marihuana y medio kilo de cogollos, cultivados en el interior de un chalet de lujo.
Las personas que vivían, de origen búlgaro, hacían vida familiar normal, llevando a sus hijos al colegio, haciendo labores de jardinería y de mantenimiento de la vivienda, para que nadie sospechara de la actividad ilícita del interior. A pesar de no tener trabajo remunerado, se podían permitir pagar el alquiler de 2.500 euros que costaba la vivienda.
Cuando los agentes realizaron la entrada y registro en este domicilio, descubrieron que todas las estancias de la vivienda estaban dedicadas al cultivo de la marihuana, salvo una habitación y la cocina.
En esta primera actuación se detuvo a dos varones búlgaros de 40 y 48 años como presuntos autores de un delito contra la salud pública.
El Moralet
En esta primera vivienda, los investigadores obtuvieron documentación que les permitió conocer el entramado delictivo de esta supuesta organización criminal, formada por miembros de hasta cuatro nacionalidades diferentes.
Así se supo que, de forma esporádica, planificaban reuniones para poner en común sus conocimientos sobre el cuidado y mantenimiento de la marihuana y para aportar nuevas localizaciones para los cultivos.
La única dificultad en estas reuniones era que cada uno hablaba un idioma diferente, pero se descargaron aplicaciones móviles de traducción.
La segunda fase culminó con la detención de dos holandeses de 40 y 68 años, que estaban a cargo de dos plantaciones en dos viviendas de la partida de El Moralet, donde se aprehendieron 2.000 plantas de cannabis sativa.
Agost y Los Alcázares
En la tercera y última fase del operativo, se desmanteló en Agost la mayor plantación de marihuana de este grupo y se descubrió un laboratorio químico clandestino en Los Alcázares (Murcia), dirigido por dos españoles, un padre de 68 años y un hijo de 38.
Ubicada en una parcela rural a las afueras de Agost, estaba estratégicamente situada cerca de una fábrica de cerámica y tejas, para que el ruido propio de la fábrica, permitiera disimular más fácilmente el enorme ruido procedente de los aparatos de aire acondicionado de la plantación.
El exterior estaba custodiado por perros potencialmente peligrosos y sólo se podía acceder a ella a través de una trampilla ubicada en el interior de una casa de aperos, usada como corral de gallinas. Debajo de la trampilla, había un sótano a cuatro metros de profundidad y de unos 300 m2, con 1.000 plantas de marihuana.
Además, en Los Alcázares fue donde se procedió a la detención del padre y el hijo, que residían en un domicilio bajo condiciones de extrema precariedad y suciedad.
En esa vivienda descubrieron una habitación con cuatro congeladores de grandes dimensiones con 11 kg de cogollos, otros 3,5 kilos de cogollos empaquetados en pequeñas bolsas de distribución con los nombres de sus compradores, 11 plantas de marihuana denominadas madre (utilizadas por su gran calidad como fuente para nuevos cultivos), dispositivos telefónicos, tres carabinas de aire comprimido sin documentación y un laboratorio químico clandestino, destinado a fabricar aceites y resinas derivados del hachís, además de 13 gramos de heroína.
TODOS LOS DETENIDOS EN PRISIÓN
La operación Campsol, dirigida durante varios meses por el Área de Investigación de la Guardia Civil de Sant Vicent del Raspeig, ha permitido desarticular una gran organización criminal, el desmantelamiento de cuatro grandes infraestructuras de plantaciones de marihuana y un laboratorio de resina y aceite de hachís -cuyo valor estaría en unos 350.0000 euros-, la incautación de alrededor de 4.500 plantas de marihuana y 15 kilos de cogollos, con valor en mercado negro de unos 35.000 euros.
Los delitos imputados son cinco delitos contra la salud pública, un delito de asociación ilícita y cuatro delitos de defraudación de más de 120.000 euros en fluido eléctrico, al estar las plantaciones enganchadas ilegalmente al tendido eléctrico.
Todos los detenidos han ingresado en prisión provisional sin fianza.
